Se encuentra en su etapa final el entubado del canal Roverano, la obra que permitirá quintuplicar la capacidad de escurrimiento en las Adelinas, disminuyendo los problemas de anegamiento que se producen en el barrio debido a la pendiente natural del terreno.
La construcción del conducto de hormigón, en reemplazo del histórico desagüe a cielo abierto, avanza actualmente a la altura de calle Córdoba. De esta manera, sólo resta una cuadra (hasta Batalla de San Lorenzo) para completar la traza de esta primera etapa.
“Estamos felices porque a pesar de estar inmersos en un momento muy difícil de la economía nacional, en Santo Tomé seguimos avanzando con obras de infraestructura”, afirmó la intendente Daniela Qüesta, quien supervisó los trabajos días atrás junto a funcionarios de su equipo de gobierno.
La mandataria sostuvo que el entubado del canal Roverano “es la obra hidráulica más importante de los últimos 20 años en la ciudad”. Respecto a los aspectos que faltan terminar, explicó que “además de la última parte del conducto, se ejecutarán alcantarillas para vincular el desagüe con sectores aledaños, como así también el mejorado de la calle intervenida”.