Probablemente la economía estará al comando de un equipo liderado por Matías Kulfas, Emmanuel Álvarez Agis y Guillermo Nielsen.

Probablemente al comando de Matías Kulfas, Emmanuel Álvarez Agis y Guillermo Nielsen, la economía que se desarrollará a partir de diciembre con el nuevo Gobierno peronista puede inferirse. Esto a través de declaraciones, artículos de prensa y comentarios que el candidato a presidente Alberto Fernández y este equipo de técnicos realizan en nuestro país y en el exterior. También prestan atención los analistas a Cristina de Kirchner cuando presenta su libro en provincias y municipios. Veamos las principales frases y qué deduce el mercado de ellas.

Declaraciones

“Hay que poner dinero en el bolsillo de la gente para reactivar el consumo interno”, repite el candidato siempre. La inflación rondará 55% este año y las empresas han otorgado de 35% a 45% de aumento de sueldos. Dependiendo de cada rubro y sector. ¿Significa que habrá un aumento de salarios de 65% para 2020? Muchos comercios, fábricas y compañías no podrán absorberlo, ni aunque se fraccione en cuotas. Por eso resulta importante la siguiente frase.

“Acuerdo de precios y sueldos con los gremios y los empresarios desde el primer día”, ha reiterado Sergio Massa. Y también Alberto F. Sugiere un aumento de sueldos moderado sin que se traslade a precios. Algo parecido a desindexar la economía sobre la base del año anterior como se estableció en el Pacto de la Moncloa de 1977 en España.

Cepo

“Este cepo es demasiado blando, hay que estrecharlo”, dicen en el peronismo. Las nuevas autoridades quizá limitarían la compra de bonos y acciones que cotizan en el exterior. Y su liquidación en Estados Unidos para reducir la fuga de divisas. Asimismo, podrían bajar la cifra de 10 mil dólares que puede comprar el público cada mes. Y limitar el retiro de efectivo a una cantidad mensual determinada (no se descarta que el propio Macri deba aplicar de urgencia algo de esto luego del 27 de octubre).

“Control de precios en alimentos, combustibles y tarifas”. Los mercados descuentan que las prácticas de control estricto sobre el precio de los bienes y servicios sensibles a la población comenzarán tan pronto asuma el nuevo Gobierno. Hay que recordar que el valor de alimentos de la canasta básica, combustible automotor, gas, transporte, agua, electricidad, medicina prepaga, educación y otros se encuentra atrasado en su actualización. O directamente congelado con un claro objetivo electoral. Intentarán evitar una estampida luego de diciembre.

Indemnizaciones

“Doble indemnización por despido, para evitar mayor desempleo”, medida que tomó Néstor Kirchner durante su mandato para trabar a empresas desprenderse de personal. Dentro del acuerdo con empresarios y sindicalistas que proclaman los dirigentes del kirchnerismo se jugará la baraja de la doble indemnización para evitar despidos.

Deuda externa

“Vamos a pagar la deuda externa, pero no con el hambre del pueblo”, han dicho Cristina de Kirchner y Felipe Solá, lo que hace temer a quienes ingresaron al blanqueo que les apliquen un impuesto extra, y a la gente del campo y la industria, un incremento en las retenciones a la exportación. Si el dinero para honrar las deudas estatales no provendrá del Presupuesto corriente, resulta factible que el justicialismo apunte los cañones a quienes exteriorizaron su dinero y propiedades no declaradas antes de 2016, y a un aumento en las retenciones a la exportación de bienes y servicios, en particular agropecuarios, lo que generará enorme rechazo en clases altas y medias.

“Emergencia alimentaria por reasignación de partidas del presupuesto”, proclaman el diputado Daniel Arroyo y miembros de La Cámpora. Se entiende que recortarían presupuesto de obras públicas en todo el país a fin de destinarlo a alimentos para los más carenciados. Incluirían a Lammens en Capital Federal si gana. El recorte a la obra pública se encuentra en los planes de varios dirigentes justicialistas, aunque implique nueva caída en la actividad económica y perjuicio para el sector empresarial.

Dólares

“La Argentina necesita dólares genuinos, y esos sólo provienen de la exportación”, asegura Alberto Fernández en entrevistas y declaraciones a la prensa. Es dable pensar que controlando precios, tarifas y salarios, y aplicando una desindexación de los índices inflacionarios pasados, el neokirchnerismo intentará fijar y mantener un dólar que favorezca las exportaciones y haga menos gravosa la subida de retenciones, al mismo tiempo de funcionar como arancel externo natural a las importaciones. Se menciona también un “control de importaciones” para los bienes superfluos. El tipo de cambio diferenciado se analizó aunque se descartaría por probable oposición del FMI.

“Hay que bajar los intereses y normalizar el crédito a pymes”, declaró el candidato presidencial en reiteradas oportunidades. La mayor bomba de tiempo que le dejará el actual Gobierno al entrante es el billón trescientos mil millones de pesos en Letras de Liquidez al 86% de tasa anual. En caso de despegar la economía sin inflación, la gente demandará mayor cantidad de dinero para adquirir electrodomésticos o automóviles o refaccionar casas, y entonces la montaña de Leliq se desinflaría sola. Pero ¿y en caso de no conseguirlo?, ¿habrá bono con una parte o el total de esa cifra? Se especula con diferentes escenarios. Para el ahorrista, una suerte de Plan Bonex II sería mortal, y para la liquidez de los bancos también.

Reacción del público

Esta danza de medidas es analizada en círculos del peronismo sobre la base del daño y repercusiones en el ahorrista, el votante, el consumidor, los empresarios y el Fondo Monetario Internacional, que “pisará” las cuotas pendientes del megacrédito hasta tener más claras las respuestas a esos interrogantes. El máximo temor se concentra en la reacción del público a partir del 28 de octubre si como dicen las encuestas -que tanto fallaron antes- Alberto y Cristina aplastan por 53 a 29 al macrismo. Para algunos no habría sorpresas porque agregaría poco a los resultados de agosto, pero otros analistas temen una reacción de pánico aunque la consideren infundada.