A poco de divulgarse una demanda por 50 millones de dólares contra Google impulsada por una precandidata a presidenta en Estados Unidos, y tras confirmarse la multa a esa compañía por violar leyes de protección infantil en YouTube; la Hacienda francesa informa que el gigante de Internet acordó el pago de casi 1.000 millones de euros para resolver conflictos impositivos con el fisco de aquel país europeo.

“Creo que asistimos a un cambio de época, que es el resultado de los esfuerzos de Francia por incluir el tema de la tasación de los gigantes digitales en la agenda internacional”, dijo en declaraciones a Le Figaro Gérald Darmanine, ministro de Acción y Cuentas Públicas.

La administración francesa fue la principal impulsora del proyecto para imponer tasas a Google a nivel internacional, habiendo conseguido un histórico acuerdo en la cumbre del G7 en Biarritz, que reúne a los países más poderosos del mundo, celebrada en esa ciudad gala a fines de agosto. En aquel encuentro Francia había incluso logrado el compromiso de Estados Unidos.

El convenio, ahora confirmado por el fisco francés y por la propia Google, establece un cambio de paradigma para las actividades de las plataformas digitales, hasta ahora reticentes a tributar en países en los que no tienen presencia física pero en los que, no obstante, sí hacen negocios.

Los pormenores del acuerdo

En el marco de una investigación que comenzó hace aproximadamente cuatro años, el organismo francés acusó a Google de irregularidades en el impuesto de sociedades entre los años 2011 y 2014. En 2015 Francia había denunciado a la estadounidense por “fraude fiscal agravado”.

En concreto, el gigante del buscador acordó pagar 500 millones de euros por sanciones administrativas, y elude un eventual proceso penal. A esa suma se añaden 465 millones de euros adicionales en concepto de impuestos atrasados.

De este modo, el Estado francés se acerca a la suma que había reclamado en 2015, de 1.150 millones de euros.