La entidad atraviesa un proceso de normalización y será clave la asamblea que definirá la nueva comisión directiva. Lobbys y denuncias.

En un solo día, el Club Italiano (Buenos Aires 1252) sumó ayer 400 nuevos socios que buscan reflotarlo. Para salvarlo de una presunta maniobra con aceitados contactos políticos que emparenta el futuro de la entidad con un emprendimiento inmobiliario.

Asamblea

Con el objetivo puesto en una asamblea que definirá la nueva comisión directiva, la Inspección General de Personas Jurídicas de la provincia lleva adelante un proceso de normalización. Que convocó al reempadronamiento de nuevos socios.

Así, quienes quieran asociarse a la entidad tendrán mañana su última oportunidad. El trámite se hará en el estadio municipal (Ovidio Lagos y 27 de Febrero), de 10 a 12, cuesta 300 pesos y hay que concurrir con la fotocopia del DNI.

Denuncia

Diversos sectores de la colectividad italiana habían denunciado que un grupo de personas busca quedarse con el club. Para poder luego levantar un edificio en el predio de la centenaria casona de calle Buenos Aires.

Se trata de un lote de 25 metros de frente por 70 metros de fondo. Por el céntrico sector en el que está ubicado, tiene una valuación importante.

Las fuentes consultadas habían destacado además que el club fue sometido durante años a una deficiente administración. Que había generado deudas y hasta el corte de servicios.

Ayer, Pedro Nefonte, ex presidente de la entidad, salió al cruce de esas versiones. Dijo que "no es intención de nadie construir allí un edificio" y hasta especificó que eso "está prohibido".

Conflictos

Nefonte explicó que la situación del club empezó a empeorar "hace unos dos años, cuando el presidente se tomó licencia por un problema de enfermedad de su hija y la entidad la siguió administrando el pequeño grupo de socios que había por entonces. Fue una administración doméstica, no llevaban libro de actas, pero fue limpia y transparente", aseguró.

No obstante, señaló que el club empezó a sufrir deterioros edilicios. "Con pocos socios que pagaban la cuota, se hacía muy difícil mantener algunas estructuras",señaló.

Fue así que un grupo de jóvenes ingresó a la entidad y quiso ponerlo en orden. "Pidieron a Personas Jurídicas una normalización y entonces se definió un reempadronamiento de socios. Allí es donde empezaron las versiones del edificio, que no son ciertas, acá nadie quiere destruir el club", aseguró Nefonte.

El integrante de la comunidad italiana negó que la luz esté cortada y que la entidad tenga que afrontar juicios.

Así las cosas, el futuro del club empezará a definirse en octubre, cuando una asamblea de socios elija a la nueva comisión directiva.

Por lo pronto, la entidad ya suma 1.050 socios, 400 de los cuales los incorporó ayer, y restan los que harán el trámite mañana, último día previsto por la Inspección General de Personas Jurídicas de la provincia.