Inversiones en una fábrica de carteras, adelantos de dinero para transferir vehículos, requerimientos de recibos de sueldo para sacar créditos destinados a la compra de distintos elementos que nunca pagó. Esas fueron sólo algunas de las artimañas que utilizó una mujer de 51 años y que el año pasado fue detenida e imputada por estafar a más de una docena de personas. El lunes fue acusada y afronta un pedido de pena de siete años de prisión efectiva por maniobras fraudulentas, cuyo monto se estima en un millón de pesos.
El caso que se ventiló en octubre de 2018 tiene como protagonista a Silvina G., una mujer supuestamente vinculada al mundo de los negocios y las relaciones públicas, que ostentaba tener llegada a personalidades de la farándula local y nacional. Pero todo era una pantalla.
De acuerdo a la denuncias en cascada que tramitó la fiscal de Investigación y Juicio, Valeria Haurigot, se determinó que tenía un modus operandi cuya matriz se basaba en ganarse la confianza de las víctimas, a las que incluso ofrecía ayudarlas. Entonces fingía una amistad, y luego les pedía dinero para invertir en una ficticia fábrica de carteras; a otros les decía que su hijo tenía problemas de salud y debía afrontar gastos médicos.