Si sumamos a esto la belleza de sus playas y paisajes, sus festividades típicas y la calidez de los pobladores, Brasil se convierte en un destino ideal para quienes desean pasar sus vacaciones bajo el sol y bailar al son de los tambores de los carnavales.

Visitando la capital del samba: Río de Janeiro

A la orilla de la costa Atlántica encontramos a la ciudad de Río de Janeiro. Además de ser una de las ciudades más grandes del país, lo cual nos brinda vuelos a Brasil a gran escala a través de una variedad de empresas aéreas desde Argentina, Río se caracteriza por sus amplias playas de aguas cálidas y claras, sus comidas y bebidas tradicionales; no se debe dejar pasar la oportunidad de caminar por la costa tomando agua de coco y mirando el atardecer, sus juegos de playa y, por supuesto no podemos olvidarnos, su tradicional carnaval.

Pero además de bailes y cuerpos sexys, Río de Janeiro tiene una gran variedad de paseos y lugares típicos que todo turista argentino tiene la obligación de conocer.

Dos de las playas más conocidas y recomendadas de la zona son Copacaban e Ipanema. Siempre recomendamos a quienes viajen hacia estas playa alojarse en la gran variedad de hoteles brasileños con vista a la playa, ya que sus paisajes al amanecer o al atardecer son paradisíacos. Tener un alojamiento en o cercano a la costa brindará más tiempo para realizar algunas de las actividades recreativas que allí se realizan. El voley de playa, el parapente y el surf son algunas de las actividades físicas que pueden realizarse en Copacabana e Ipanema.

Si lo que se desea es una actividad con poco desgaste físico y que a la vez permita conocer un poco más de la ciudad, la visita por la estatua del Cristo Redentor es la actividad indicada. La misma se encuentra en la cima del cerro Corcovado, un pico de poco más de 700 metros de altura. A no preocuparse que todos estos metros no se suben a pie, el tradicional Tren de Corcovado es el medio de transporte por excelencia para llegar casi a los pies del monumento de 38 metros. Por supuesto que también hay opciones como combis y taxis que hacen el mismo recorrido y los cuales pueden contratarse de las misma estación de tren.

La capital financiera de Brasil: San Pablo

San Pablo es una de las ciudad con mayor cantidad de habitantes en todo el mundo. La sobrepoblación no le quita el estilo a esta bella ciudad, ya que además es una de las capitales culturales de Sudamérica. Sus edificios coloniales combinados con construcciones de última generación le dan un aspecto cosmopolita a esta gran ciudad.

Si hablamos de paseos culturales para realizar en San Pablo, no debe dejar de visitarse el Teatro Municipal. Su imponente construcción, realizada dentro de los marcos de la arquitectura ecléctica con inspiración francesa, se ubica en el centro histórico de la ciudad.

Un total de ocho años fueron necesarios para realizar la construcción completa del edificio, la cual comenzó en el año 1903 y culminó en el año 1911. Desde el año de su inauguración en adelante el Teatro Municipal se ha caracterizado por albergar espectáculos de ballet, sinfónicas y obras de teatro de conocidos directores nacionales e internacionales.

Si lo que nos interesa es conocer un poco más de la historia de la ciudad, el Patio del Colegio es uno de los edificios históricos que no podemos dejar de visitar. Construido a mediados del siglo XIV, este edificio es el hito que marca el nacimiento de la ciudad de San Pablo. A partir del año 1954 funcionó como Iglesia y escuela de los sacerdotes Jesuitas. Posteriormente, tras la expulsión de estos últimos por parte de los colonos y del gobierno portugués, funcionó como sede del gobierno y Palacio de los Gobernadores.

Salvador de Bahía y la cultura afrobrasileña

Situada al noreste de Brasil, la Ciudad de Salvador de Bahía es la representante de la multiplicidad de culturas que forman hoy la identidad brasileña. Siempre la hemos conocido por la vestimenta tradicional de sus mujeres, los vestidos y pañuelos blancos blancos, y por la particularidad de su carnaval y sus fiestas típicas, como por ejemplo la festividad de Iemanjá, en la cual los habitantes locales celebran a orillas del mar ofrendando flores y comida a la diosa.

Pero por supuesto, la cultura afrobrasileña cruza transversalmente a toda la ciudad y ello también se hace visible en sus comidas. Cientos de puestos callejeros en donde degustar platos tradicionales como el acarajé, un bollo hecho a base de porotos y camarones, y el abará. hecho a base de frijoles y maíz molido, se encuentran por todas partes de la ciudad.

En cuanto a la tradicional arquitectura portuguesa, se la podrá encontrar al caminar por el barrio de Pelourinho, el cual es el casco histórico de la ciudad. Todo el barrio se compone de casas coloridas, muchas con dos pisos y torres, caracterizadas por series ventanales y arcadas uno al lado del otro. Sus calles se encuentran pavimentadas con adoquines y son de las mismas fechas que las construcciones, entre los siglos XVI y XVIII.

Para tener una visión íntegra de todo Salvador, el paseo del Elevador Lacerda nos permitirá ver la ciudad en todo su esplendor. El mismo es un paseo típico de la ciudad, aunque inicialmente el sistema de ascensores funcionaba para unir los dos sectores de la ciudad: el que se encontraba abajo cerca de la costa y el que se encontraba arriba en la ladera de la montaña. Actualmente ha sido completamente modificado y permite el transporte de por lo menos veinte personas en cada una de sus cabinas.