Ubicada en una aristocrática cortada de San Isidro, Villa Ocampo fue mansión veraniega familiar y posteriormente la casa elegida por Victoria Ocampo para vivir y desarrollar su pasión por la literatura y las personalidades. Construida en 1891 por encargo de Manuel Silvio Cecilio Ocampo como residencia para refrescarse en la época cálida, antiguamente, el terreno era muy amplio y llegaba hasta el Río de la Plata.

En 1941, Victoria Ocampo la heredó de su tía Pancha y se instaló allí casi todo el año porque se convirtió en el centro neurálgico de su actividad social. Entre estas paredes fue donde recibió a personalidades como Rabindranath Tagore, Albert Camus y Graham Greene. Pero antes de desarrollar su vida social, hizo grandes cambios en la decoración del edificio, pintando casi todo de blanco para cambiar la luz interior y agregando muebles rústicos que modernizaron los originales de sus abuelos. Además perdió hectáreas que debió ceder a sus hermanos, tal como estipuló el testamento de la tía, por eso está rodeada de otras mansiones y perdió el acceso a la costa.

El edificio de arquitectura italiana combinada con el estilo normando tiene un ascensor Otis original de 1914, cinco dormitorios familiares (cuatro en suite) y hasta cuadros pintados por el artista colonial Prilidiano Pueyrredón. En el subsuelo se encuentra, tal como era en épocas de los Ocampo, la cocina y la zona en la que se manejaba la servidumbre.

A la muerte de Victoria, dejó expresas indicaciones de que la propiedad pasara a manos de la Unesco, en un intento por preservar la propiedad en manos de una entidad internacional (el testamento fue redactado en tiempos de Perón presidente, quien ya la había encarcelado a Victoria por los textos de su revista Sur) y para que fuera usada con fines culturales. Declarada Monumento Histórico Nacional, en 2003 sufrió el incendio de los techos, por lo que la mansión fue restaurada con ayuda del gobierno nacional.