Los legisladores oficialistas hablarán de "quiebre del orden constitucional". Los demás bloques impulsarán "un texto en repudio al golpe de estado".

 

En medio de un clima de tensión política y social, la senadora Jeanine Añez se proclamó este martes presidenta interina de Bolivia. En ese contexto, el Congreso argentino retomará este miércoles la actividad tras estar casi dos meses paralizado por la campaña electoral, en una intensa jornada que comenzará con la reunión de la Asamblea Legislativa para convalidar el resultado de los comicios de octubre, seguida por dos sesiones especiales para tratar una declaración sobre la crisis en el país trasandino.

La Cámara de Diputados tratará los proyectos presentados por la oposición para repudiar el "golpe de Estado" en Bolivia, mientras que Cambiemos -que se encuentra tensionado internamente por posiciones divididas sobre el tema- irá al recinto con un texto alternativo.

Tras la Asamblea Legislativa en la que se convalidarán los resultados de las elecciones presidenciales del pasado 27 de octubre y proclamará a la fórmula presidencial ganadora, la Cámara baja sesionará a las 15.30 para tratar cuatro proyectos de resolución y uno de declaración para condenar lo que consideran un "golpe de Estado cívico-militar" contra el Gobierno de Evo Morales, que renunció a su cargo y se asiló en México.

Las distintas iniciativas reclaman el "restablecimiento del orden constitucional y la democracia" y piden que termine "de inmediato la injerencia de las Fuerzas Armadas y de Seguridad".

Con la oposición marcando la cancha, el interbloque Cambiemos que encabeza Mario Negri se encerró este martes a última hora para deliberar sobre la postura a llevar al recinto: se definió evitar la expresión "golpe de Estado" y en su lugar se incluyó la condena al "quiebre del orden constitucional" y a "todo golpe a la democracia".

La otra diferencia respecto del proyecto de la oposición es que en lugar de solidarizarse con Evo Morales, se condena el "fraude" electoral que, según este criterio, estuvo en el origen de los acontecimientos que luego precipitaron la renuncia del mandatario boliviano.

De esta manera, la coalición oficialista logró acercar las posturas del PRO, la UCR y la Coalición Cívica, que tienen miradas distintas sobre lo ocurrido: mientras que el radicalismo cuestionó tanto las irregularidades en el último proceso electoral de Bolivia como el "golpe de Estado", el PRO y la Coalición Cívica rechazan esa definición.

En el Senado, la bancada de Juntos por el Cambio adoptaría una posición similar, aunque terminará de definirlo antes de la Asamblea Legislativa.

La diferencia entre la discusión de una Cámara y la otra está en que, mientras entre los senadores del peronismo se impulsa una única declaración de repudio al golpe, entre los diputados hay unos cinco proyectos debido a que, además del que impulsa el Frente de Todos, también hay otro que pertenece al Frente de Izquierda.