El obispo de la diócesis de Posadas, Monseñor Juan Rubén Martínez, finalmente deberá dar explicaciones a la Justicia luego de una denuncia en su contra realizada por un fiscal de la ciudad de Reconquista, en Santa Fe, según informa el portal La Voz de Misiones.

 

El fiscal penal que denunció al obispo tiene el mismo nombre, Rubén Martínez, y llevaba adelante la investigación por abuso sexual contra una nena de tres años y su primito de 4 años.

El acusado, Néstor Fabián Monzón, un cura de una parroquia de Reconquista, es amigo personal del obispo Martínez, quien antes de comandar la Diócesis de Posadas era obispo en Reconquista, donde se conocieron e iniciaron una profunda amistad con el supuesto pedófilo.

Con las pruebas recolectadas, la Justicia de Santa Fe tuvo herramientas suficientes para encarcelar al cura Monzón. El 20 de abril de 2016, un día después de la detención, durante la audiencia para fundamentar el arresto, el obispo Martínez, sin dar aviso al Obispado de Reconquista -como es de forma y costumbre- irrumpió en los tribunales de esa ciudad.

El encuentro entre el obispo y el fiscal fue en un pasillo de los tribunales de la calle San Martín, y quedó inmortalizado en dos fotografías que tomó un periodista local que cubría la noticia.

Luego de la charla entre los Martínez, el fiscal anunció en conferencia de prensa que iba a denunciar al obispo por amenazarlo. No dio detalles de aquel diálogo pero concretó su promesa, y el 23 de Junio de 2016 lo acusó formalmente por "Amenaza coactiva y amedrentamiento", aunque finalmente la carátula es "MARTÍNEZ, JUAN RUBÉN S/COACCIÓN".

Justicia activa

La acusación formal por "Coacción" que enfrenta el obispo Juan Rubén Martínez toma trascendencia en el marco de la causa sobre "Abuso sexual gravemente ultrajante" de su amigo el cura Monzón, y será resuelta dentro del juicio oral público que comenzará el 5 de Diciembre de este año.

La contundencia del trabajo de los funcionarios judiciales, encabezados por el fiscal Alejandro Rodríguez, tuvo repercusión en el seno de la Iglesia Católica, donde inmediatamente se inició una investigación interna dentro del Derecho Canónico.

Los avances de ese proceso interno aún no fueron publicados y los abogados que representan a las familias de las víctimas adelantaron que pedirán detalles al Vaticano.