La pena recayó en un falso remisero de 34 años que en 2017 trasladó y abusó de una joven que fue a bailar a un boliche de Córdoba al 3400.

Un hombre que se hizo pasar por remisero y en noviembre de 2017 trasladó a tres primas desde un boliche de la zona de la terminal de ómnibus. Retuvo contra su voluntad a una de ellas, la golpeó y violó en un descampado de Uriburu y Circunvalación. Ahora fue condenado a 14 años de prisión por los delitos de abuso sexual con acceso carnal, privación ilegítima de la libertad y lesiones. "Estamos conformes porque es casi el máximo de la pena prevista", consideró la fiscal del caso. Este había solicitado 18 años de cárcel para el imputado.

Juicio

Luego de un juicio oral y público en el Centro de Justicia Penal de Rosario, se logró probar que Carlos Martín Godoy, de 34 años, fue el autor de un aberrante hecho. El mismo, ocurrido la madrugada del 12 noviembre de 2017. Cuando abusó de una joven que había ido a bailar con dos primas al boliche Maus (Córdoba 3549).

El tribunal de jueces a cargo del debate, Gonzalo López Quintana, Gustavo Pérez Urrechu y Pablo Pinto, dieron por probada la hipótesis de la fiscal Nora Marull, de la unidad de Delitos Sexuales del Ministerio Público de la Acusación (MPA). En relación al ataque que sufrió M.B.C., por ese entonces de 18 años.

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La declaración de la víctima, la constatación de las lesiones que sufrió, el hallazgo de muestras de semen en su vagina con ADN del acusado al igual que en las uñas, ya que al defenderse de la agresión lo rasguñó en la cara. Y una ronda de reconocimiento positivo de persona, fueron algunas de las pruebas que expuso la Fiscalía. Lograron inclinar la balanza para alcanzar el veredicto condenatorio.

Pruebas contundentes

Además, los magistrados evaluaron como determinantes las imágenes de la cámara de seguridad de una estación de servicio (Avellaneda y bulevar Seguí). Donde se observa que el auto Fiat Palio color blanco conducido por el acusado y en el que iban las jóvenes paró a cargar nafta. También pesó el testimonio de dos personas que auxiliaron a M.B.C. cuando logró escapar semidesnuda y descalza por avenida Uriburu.

En el mismo auto fue detenido Godoy dos días después del aberrante abuso. Y en un allanamiento en su casa se secuestró una chomba que la víctima reconoció como la que vestía al momento de abusarla. Durante el juicio, el hombre admitió haber trasladado a las mujeres, pero dijo que la relación sexual fue "consentida", por dinero. Y que ella "trabajaba". Además, se presentó como contratista de obra, y negó ser remisero. Pero sus dichos no lograron conmover al jurado.

Otro elemento que se tomó como preponderante fue el reconocimiento que hizo la víctima del descampado donde fue abusada, donde volvió unas horas después en un móvil policial. Allí se encontraron su pantalón, zapatos y la funda de su celular. Sus primas también reconocieron al ahora condenado.

Reconstrucción del caso

Según la reconstrucción de caso, el 12 de noviembre de 2017, a las 5.30, las primas no encontraban taxis para volver a sus casas luego de ir a bailar al boliche. Vieron un Fiat Palio estacionado en Córdoba y Cafferata, y le preguntaron al conductor si era remisero. El hombre respondió afirmativamente y las jóvenes subieron al vehículo.

Samanta y Estefanía se bajaron en Saavedra y Rouillón. M.B. debía llegar a su vivienda de Villa Gobernador Gálvez. Pero el conductor tomó otro camino. Se metió en un descampado de Uriburu y Circunvalación, paró el auto y comenzó a acosar a la joven. La chica trató de defenderse, pero el hombre, de contextura robusta, bajó del auto, dio la vuelta y la tomó de los pelos.

Después la arrastró de lo pies y le sacó los pantalones. Mientras la amenazaba de muerte, la chica le suplicaba que no la matara, que tenía una hija, que no se iba a resistir. Temblando, soportó el cuerpo del agresor arriba suyo mientras la besaba en la cara y en los senos, hasta que la penetró vaginalmente.

La chica lo mordió en el rostro y él le respondió con tres puñetazos que la aturdieron.

En un descuido, la joven logró escapar. "Estamos conformes porque se logró una condena alta (el máximo es de 15 años), la víctima y sus familiares también", expresó la fiscal Marull en el cierre del juicio en el que Godoy fue condenado a 14 años de prisión por el delito de abuso sexual con acceso carnal, privación ilegítima de la libertad y lesiones en concurso ideal.