El 30 de septiembre la ciudad rinde homenaje a su patrono, San Jerónimo. Por esta razón, se decreta día no laborable.

 

Por lo tanto, la administración pública y los bancos no prestarán servicios. En el caso del comercio y la industria, quedará a criterio de los empleadores y patrones si trabajan o no.

Al ser no laborable, en el caso de trabajar, no existe la obligación del pago extra o doble.

De la elección de San Jerónimo como patrono existe poca y nada de información. Sólo algunos escritos en los que se deduce que dicha elección fue por sorteo, modalidad empleada en la época.

La Santa Sede reconoció este patronazgo sobre la provincia y la ciudad el 8 de julio de 1949.