Luego de varios días de lluvias en el norte Italia, la bellísima ciudad de Venecia quedó completamente anegada, y los daños provocados por el aumento del nivel del agua, son incalculables.

Así se refirió a lo sucedido, el jefe comunal de la ciudad, Luigi Brugnaro, en el día de ayer, tras encontrarse con una ciudad devastada por los 187 centímetros de crecimiento del agua, un número récord para la historia de ese lugar sólo superado por los 194 centímetros provocados por el aluvión de 1966. “Hablamos de daños por cientos de miles de euros”, sostuvo el político.

Desde el martes que en Venecia las escenas de dramatismo no cesan, debido a la llegada de grandes mareas que una vez en la ciudad, no descienden y por el contrario, se acumulan con las nuevas mareas que entran. Los bomberos de la ciudad en la noche de ayer, han tenido que hacer 170 intervenciones sobre todo con personas ancianas y discapacitadas. Un hombre murió por un cortocircuito en la zona de Pellestrina, la isla entre el mar y la laguna, uno de los sitios más afectados.

Los bomberos han tenido que intervenir incluso en el Museo de Arte Moderno y Oriental, pero por fortuna las obras en su interior han podido ser salvaguardadas. Otro de los lugares afectados por el agua fue la Basílica de San Marcos, cuya cripta se ha inundado como en aquel terrible 1966, año del peor temporal de la historia de la ciudad.

El primer ministro italiano, Giuseppe Conte, ha llegado ayer a Venecia y ha expresado lo difícil de la situación, donde las escuelas continúan cerradas.

La población está convulsionada y todos hablan de una cosa: el Mose, la gran obra proyectada por tutelar a la ciudad del agua grande.

El Módulo Experimental Electromecánico (Mose en italiano) es un proyecto de ingeniería civil, ambiental e hidráulico, todavía en fase de realización, que tiene la intención de defender a Venecia de las aguas altas, a través de la construcción de filas de puertas móviles retráctiles colocadas en las llamadas bocas de babor, capaz de aislar temporalmente la laguna de Venecia del mar Adriático durante los eventos de marea alta.

La obra en cuestión, había sido bloqueada por las recurrentes denuncias de corrupción.

El pánico sufrido por la población esta noche, se debió a que la catástrofe del agua se sumaron las ráfagas de viento a más de 100 km por hora, arrastrando incluso a las barcas contra los muros de las casas y los hoteles. La mayoría de la actividad comercial está todavía frenada y se espera para todo el fin de semana, un tiempo inestable y lluvioso, lo que podría empeorar la situación.

El Movimiento Fridays For Future ha expuesto hace poco la grave situación de la ciudad, y muchas son las críticas respecto a que Venecia se ha convertido en una monocultura del turismo donde incluso los gigantescos transatlánticos entran por el canal grande, una industria que ha sobrepasado todos los límites y que sumado al cambio climático, están llevado a uno de los lugares más hermosos del mundo, a desaparecer.