La adulteración de medidores a distintos comercios y viviendas particulares llegaba a reducir el consumo hasta cinco veces. Así lo hizo saber el presidente de la Empresa Provincial de la Energía (EPE), Maximiliano Neri, en una conferencia de prensa en la que se refirió a la última investigación sobre fraude que arrojó imputados, aunque ayer sólo uno permanecía tras las rejas.
El procedimiento, a través del que se ofrecía el servicio irregular, consistía en adulterar medidores y cobrar una mensualidad para mantener esta prestación a los empresarios y vecinos, entre los que se destacan panaderías, supermercados y hasta un frigorífico, según detalló Neri ayer en la sede de la compañía eléctrica provincial.
En marzo pasado, ingresó una denuncia anónima al directorio de la EPE en la que se especificó que un electricista de nombre Marcelo adulteraba los medidores de energía eléctrica y de la concesionaria Litoral Gas, con el objetivo de que los usuarios abonaran menos energía de la que realmente utilizaban.