Miedos, tristeza, angustia, negación e impotencia son algunas de las emociones que invaden luego del diagnóstico de cáncer de mama. La vida de la persona da un giro radical: se alteran la rutina laboral, el estudio, la maternidad, el rol de hija, de madre, de hermana y muchos otros proyectos.

Por otro lado la medicina avanza a pasos agigantados y cada vez ofrece mejores alternativas para los distintos tipos de cáncer de mama y en todas las etapas de la enfermedad, lo que también da esperanzas a aquellas mujeres que se encuentran en estadios avanzados.

“Esta es una enfermedad que puede afectarnos a nosotras, a nuestras hermanas, madres, hijas o colegas de trabajo, a cualquiera. Por eso, tenemos que concientizar. Un punto crítico, y no nos cansamos de insistir al respecto, es su detección de forma temprana, para lo cual son fundamentales los controles anuales tales como la mamografía y la ecografía mamaria”, señala la doctora Lorena Lainati (MN 101.436), médica oncóloga, Subjefa de servicio del Hospital Central de San Isidro y Hospital Municipal de Boulogne.

Una de las cuestiones que más impactan a las mujeres con cáncer de mama es su imagen corporal ante la caída del pelo y otros efectos del tratamiento con quimioterapia, pero -fundamentalmente- en aquellas que deben someterse a una mastectomía, es decir, la extirpación completa de una o ambas mamas.

Muchas veces, se relaciona la imagen personal con la frivolidad, pero en realidad el ser humano tiene el derecho a la armonía, a la percepción de lo bello
Afortunadamente, muchos casos se resuelven con otros tipos de abordaje, sin necesidad de recurrir a esta cirugía, pero es cierto que todavía es un tratamiento de opción en determinadas circunstancias.

“La imagen que devuelve el espejo es un tema esencial para trabajar con las pacientes, ya que las mamas están asociadas a la sexualidad, a la femineidad, al sentirse mujer. La psicoprofilaxis quirúrgica es necesaria en las mujeres que deben someterse a una intervención quirúrgica, como es la mastectomía. El trabajo psicoterapéutico es fundamental para la preparación psíquica de esa intervención y el duelo correspondiente a la pérdida de la mama. Se trabajan con distintas herramientas cognitivo-conductuales, de visualización, entre otras, para que no sea tan fuerte el shock tras la operación”, indica la licenciada María Lis Zanin (MN 41.651), Coordinadora de la Unidad de Psicooncología del Departamento de Oncología del hospital José Ramón Vidal de Corrientes.

Campañas activas contra el cáncer de mama

"Mama mía, te vuelvo a ver" es una campaña que tiene el apoyo de Mandinga Tatoo, que en el marco de su iniciativa "el club de las tetas felices" desde hace varios años tatúa en forma gratuita las areolas a las mujeres que pasaron por una reconstrucción mamaria tras una mastectomía. “La obra que hacen me parece maravillosa, porque si no pudieran tatuarse la areola las mujeres deberían ir a una cirugía para poder volver a formar un pezón con piel que se saca de la vulva. Cada ingreso a quirófano es una situación estresante. El tatuaje marca un antes y un después, porque la mujer vuelve a ver su mama completa, lo que refuerza su autoestima. Muchas se animan a retomar la intimidad con sus parejas, algo que quizás tenían postergando hace tiempo. Produce un cambio rotundo”, señaló la médica.

La campaña busca empoderar a la mujer y remarcar que, con información y controles, esta enfermedad se puede detectar a tiempo y superar. Luego, en los casos en que avanza, tomar las riendas del tratamiento y contar con una red de contención ayudará a la mujer a sobrellevar de la mejor manera posible este desafío.

Para la doctora Lainati, verse bien es un derecho: “una mujer que está luchando por vivir, pero que además perdió una mama, realmente siente que está perdiendo partes de su cuerpo, pierde energía y vitalidad, es demasiado” y agregó: “Muchas veces, se relaciona la imagen personal con la frivolidad, pero en realidad el ser humano tiene el derecho a la armonía, a la percepción de lo bello. Nuestra imagen contribuye a darnos la seguridad para el desarrollo pleno de nuestra actividad social, laboral, para vincularnos con nuestra pareja y nuestros hijos; es un derecho y hay que hacerlo valer”, finaliza.