Alberto Fernández y Mauricio Macri polarizaron al extremo ayer otra vez más en el primer debate presidencial. Hubo acusaciones entre ambos y cruces por el impacto de la crisis económica.

Los nervios oscilaron de un candidato a otro de acuerdo al tema en el primer debate presidencial que se hizo ayer en Santa Fe organizado por la Cámara Nacional Electoral. Quizás por el formato (organizado y aséptico en extremo), no hubo demasiadas sorpresas en cuanto a información y propuestas que aportaron los candidatos. La técnica de estos debates tampoco aconseja que se introduzcan temas nuevos y a esas reglas se aferraron todos los candidatos presidenciales. Desde esa realidad el dato a seguir en el debate fue la intensidad de esos cruces y, en realidad, entre quienes se dieron.

La polarización entre Mauricio Macri y Alberto Fernández se había instalado en Santa Fe desde antes que se iniciara el debate; fue el centro de la estrategia de los dos candidatos principales, pero en el medio de todos los cruces entre ambos, algunos aprovecharon y pudieron colar mensajes, quizás los más interesantes para un electorado tan segmentado.

Leer más: Redes: mirá algunos de los memes del debate

Alberto F. se llevó a Santa Fe una carta sorpresa, una de las pocas de la noche, como fue la presencia de Daniel Scioli en la platea. El sentido de esa invitación quedo enseguida en evidencia: “el que mintió en el 2015 es el que quiere volver a ser presidente y el que dijo la verdad está sentado en la primera fila”, lanzó Alberto F. en el tiempo que tuvo cada candidato para presentarse en el inicio del debate. Fue el momento en que aprovechó también para aclarar que era demasiado poco el tiempo (13 minutos) que tenía para explicar “todo lo que quiero hacer por la Argentina”.

En ese momento Macri apareció más medido y conservador: saludó y no uso todo el tiempo que tenía disponible. Nicolás del Caño apeló a criticar la inflación que comía el ingreso de los argentinos, a José Gómez Centurión lo castigaron por primera vez por pasarse del tiempo y José Luis Espert aprovecho para recordar que de todos los presentes era el único ciudadano común que nunca había ocupado un cargo público y le lanzó un dardo contundente a Macri: “El Gobierno no pudo evitar que vuelva el kirchnerismo, nosotros sí lo podemos hacer”.

Desde ese momento en adelante el eje central del debate pasó por la polarización entre Macri y Alberto F. con Venezuela, la crisis económica argentina, los jubilados, la corrupción y las declaraciones sobre Cristina de Kirchner que su ahora compañero de fórmula hizo cuando estaban alejados.

Hubo ausencias notables en algunos candidatos como lo fueron no hablar de las relaciones con China o Rusia. Al final de las ponencias, ya que casi no hubo debate directo, Alberto Fernández hizo alguna referencia más numérica a la economía al recordarle a Macri los 2000 puntos a los que llegó y superó el riesgo país en medio de la crisis.

En materia de relaciones internacionales Alberto F. reconoció que la globalización “vino para quedarse. Pero no hay que ponerse de rodillas. La primera decisión: volver a América Latina, volver al Mercosur”, dijo

Leer más: La trastienda del debate presidencial: qué pasó durante los cortes televisivos

Gómez Centurión tuvo entonces la primera chance de dirigirse, con una importante eficacia al electorado que intentaba llegar: “Hay que comerciar con todos los países sin distinción, salvo que estén relacionados con financiamiento terrorismo o narcotráfico. Espert allí apeló de nuevo a la grieta pero castigando por derecha al macrismo: “Festejamos que el gobierno de Macri nos haya sacado de la cloaca a la que posiblemente volvamos en diciembre. Pero eso no implica que apoyemos que lo hayan hecho solo para mostrarse con los presidentes cool”.

Macri, entonces, atacó directamente por primera vez a Alberto F. utilizando Venezuela: “El candidato del Frente de Todos nos dice que no hay una dictadura. Nosotros creemos que sí y haremos los máximos esfuerzos para que el dictador Maduro no siga”.

Lavagna, quien mantuvo un perfil más bajo que el resto, aprovechó ese tramo para castigar a dos bandas: "Estamos entre la verborragia de conceder todo lo que se pide o entrar en crisis con el resto del mundo. Ninguna de las dos opciones. Mercosur es un proyecto estratégico que hay que rescatar".

Y en el final de ese capítulo Espert insistió con el perfil de la deuda “Si no queremos pagar deuda dejemos de vivir como mangueros del mundo y ganémonos los dólares que necesitamos”.

“No entiendo a Macri cuando habla de relaciones internacionales. No alcanza con fotos ni con un G20”, metió Alberto F. sobre las relaciones internacionales de Macri. Finalmente le contestó: "No quiero eludir el tema Venezuela, porque Venezuela tiene problemas. Quiero que los venezolanos resuelvan sus problemas. No quiero ver un soldado argentino en territorio venezolano".

Hubo pocas definiciones, muchas menos que las esperadas en materia económica.

Gómez Centurión quizás fue quien más sintetizó su posición con eficacia. Pidió: “Bajar el gasto fiscal. Con esta política fiscal se puede bajar impuestos. De 163 bajar a no mas de 20. No más ganancias sobre asalariados, las retenciones, además, son una confiscación”.

Lavagna utilizó el argumento que usó durante toda la campaña: “Argentina es un caso excepcional. Única economía que lleva 8 años de estancamiento absoluto. Los dos últimos de muy fuerte caída del producto. Esta diferencia tremenda esta hablando de graves errores de política económica. Dos gobierno, dos política opuestas pero con el mismo resultado que es la caída del ingreso de los argentinos”.

Macri sintetizó: “Ya no existen países exitosos con alta inflación. En esos países esta claro sobre que hay que discutir. Hace 80 años que estamos obsesionados con el dólar. Se que en el último año y medio la carga fue muy grande y que cayo sobre la clase media. El esfuerzo no fue en vano. Por mas que no lo sientan en el bolsillo estamos mejor.”

Alberto F. apuró: “Macri fracasó con la economía. Nunca la entendió. Creyó que tenía que atacar el consumo. Impidió a bancos dar crédito. Argentina es un país que consume el 70 %v de lo que produce. Si afecta la producción genera pobreza. Tenía que resolver el problema fiscal y empezó a endeudarse. Cuando llego la deuda era del 35 % hoy es del 100 % del producto”.

En los ida y vuelta siguientes Alberto F. aprovechó para lanzar una de las frases más efectivas del debate: “Presidente, de los 39.000 millones que envió el Fondo 30.000 se fugaron y los llevaron sus amigos. Ya es hora de que deje de mentir”. A pesar de la afirmación fue uno de los momentos en que se lo notó nervioso.

Macri retrucó más tarde: “Me alegra que el frente de todos ahora hable de corrupción. Me sorprende que diga que yo destruí la economía. Hace poco dijo que Cristina destruyo la economía”.