Desde 1861, unos 30 millones de italianos emigraron de su país y muchos de ellos recalaron en la Argentina (y en otros países de Latinoamérica). Así que muchos de sus descendientes (como de los españoles y de otras naciones europeas) sueñan con visitar el pueblo en el que nació el nonno o el bisabuelo. Pero no todos cuentan con los elementos para dar con el lugar preciso. Para eso hay una rama turística específica: el turismo de raíces. Específicamente, Marina Gabrieli construyó su tesis sobre el tema para su doctorado sobre Bienes Culturales y Territorio y terminó creando junto a otros connacionales Raíz Italiana, una organización destinada a ayudar a los descendientes a reencontrarse con sus orígenes.

Desde la organización se ocupan de la investigación histórica familiar de los interesados, ubicando actas de nacimiento y tratando de reconstruir los pasos del emigrante desde la casa en la que vivió, la iglesia en que fue bautizado y de reunir los elementos para descubrir su cultura de origen. Sin dudas un momento muy emocionante para quien viaje y se encuentre frente a esos lugares.

“Cuando la gente que nos contacta –explica Marina-, lo primero que les preguntamos para comenzar con la investigación histórico-familiar es nombre y apellido del antepasado, la fecha de nacimiento, el pueblo de origen y el nombre de los progenitores. Si cuenta con todos esos datos, podemos tratar de conseguir documentos como el acta de nacimiento en el registro civil de la región. Una vez que tenemos esa información nos ponemos en contacto con la comuna, para pedir todos los documentos que nos permitan identificar la casa donde nació el antepasado, y otros lugares enlazados con la historia familiar (como el lugar de trabajo de los familiares). También es importante conversar con la persona que desea viajar a Italia para armar la travesía ajustándonos al relato que fue recibiendo desde la infancia con respecto a las actividades que desarrollaban en Italia para construir un viaje a su medida y que pase por los lugares que para él o su familia son importantes.

Habitualmente, el viaje a las raíces dura un día o dos, por lo que tratamos de completar la experiencia incorporando elementos que le permitan conocer la cultura de origen, lugares de la historia del 800 y del 900, de la inmigración o enlazados con personajes famosos que hicieron grande a la región en el mundo hasta vivir la experiencia de cocinar o trabajar como lo hacía el abuelo. Pero cada viaje es personalizado y se arma como el turista desea. Marina se encarga de aclarar que Raíz Italiana no es una agencia de turismo ni tiene permitido hacer el trabajo de una: “Nosotros asesoramos a las agencias para que puedan construir el recorrido de raíces para sus clientes y a los privados que lo quieran hacer por su cuenta. La primera consulta es gratis y después se cobra la investigación, básicamente los servicios turísticos cuestan y el contacto con los municipios y las regiones, también. Nosotros tenemos los investigadores que nos ayudan en cada región y depende de lo que requiera cada caso. Si hacen todo el paquete a través de la agencia de viajes, les pagan directamente a ellos. Si quieren solo la asesoría para la investigación, pedimos una contribución para la asociación. Trabajamos con todas las regiones de Italia. Tenemos una red de guías, investigadores y de operadores que colaboran con nosotros pero necesitamos tiempo, porque la mayoría nos contacta un mes antes de viajar y con ese escaso margen de tiempo es poco lo que podemos hacer, más que nada porque las comunas necesitan tiempo para hacer la investigación interna. No se olviden de que estamos hablando de personas que vivieron, al menos, a comienzos del siglo pasado, si no antes”.

Más infor en www.raizitaliana.it y [email protected]