Habitualmente los trastornos del espectro autista (TEA) se abordan con terapias que hacen foco en la conducta del paciente y en sus vínculos. También, y cada vez más, en los aspectos genéticos. Sin embargo, para Nicolás Loyácono, médico, director de posgrado de la UBA y un numeroso equipo de profesionales que proponen otro esquema terapéutico, esos modelos "habituales" que intentan mejorar o revertir los síntomas del autismo no son suficientes, incluso, entiende que muchos de ellos son modos de abordaje equivocados que retrasan o anulan la posibilidad de mejoría.
En una charla antes de su llegada a Rosario _donde el sábado disertará en el Simposio Interdisciplinario de Autismo (Del arte de lo posible a la investigación puesta en práctica)_ Loyácono dijo que "el autismo no es una expresión de genes ni una condición ni una forma de ser, contamos con pruebas contundentes de que existe un grado de inflamación cerebral en personas con este diagnóstico. Ese trastorno inflamatorio cerebral es lo que debe tratarse de inmediato. Los padres, lo familiares, van a escuchar repetidas veces que no hay nada que buscar en el cerebro, pero es mentira".