Eso de "recauchutar" computadoras, algo que empezaron hacer en plena crisis de 2000 ante la escasez de todo, se convirtió en una costumbre; así como el afán de los integrantes de la recién formada
Eso de "recauchutar" computadoras, algo que empezaron hacer en plena crisis de 2000 ante la escasez de todo, se convirtió en una costumbre; así como el afán de los integrantes de la recién formada Asociación Civil Nodo Tau —muchos ingenieros— de llevar las tecnologías a las organizaciones sociales y darle "un sentido político", dice Luis Martínez. Con el tiempo, las computadoras que faltaban empezaron a ser más y entonces "recauchutadas", como le gusta decir a Eduardo Rodríguez, otro de los fundadores, las llevaron a instituciones y armaron salas de informáticas en los barrios.
Ahora sobran y llegó el momento de darle forma a un proyecto craneado hace varios años, pero que recién en 2018 de la mano del programa Nueva Oportunidad y el trabajo del Grupo Obispo Angelelli en Ludueña, logró concretarse. Se trata de poner en marcha una planta de reciclaje de residuos informáticos, la primera específica en Rosario, que busca convertirse en una empresa social generadora de empleo. Ya son siete los pibes que conforman el proyecto y que hoy, a las 18, junto a Rodríguez y Martínez, abrirán la puerta de los 500 metros cuadrados que ellos mismos armaron en Fisherton Industrial.