La joven rusa pasó de modelar en las redes exclusivamente a usar la herramienta para un fin con muy buenas intenciones.

Ekaterina Mezenova era una influencer dedicada exclusivamente al modelaje de marcas de ropa, logrando éxito. La joven rusa reúne más de 800 mil seguidores en Instagram, en donde solía mostrarse vistiendo las últimas tendencias.

Sin embargo, últimamente decidió poner a su hijo en el centro de la atención. Hace un año y cuatro meses nació su hijo Max. La influencer aseguró que cuando nació el pequeño hubo una conmoción entre el personal del hospital.

El bebé tenía una mancha de nacimiento muy grande que le cubría casi toda la superficie de la piel. Esta extraña afección, conocida como nevus, se traduce en un problema oncológico: cualquier variación física o química puede desencadenarle al bebé un cáncer de piel. Por esta razón, Ekaterina recurrió a un especialista, que le dijo que era imposible sustraerle todos los nevus al niño. Pero le recomendó un tratamiento con una duración de entre 6 y 7 meses que podría reducir los riesgos de una complicación considerablemente. El mismo cuesta unos 450 mil dólares.

Las circunstancias llevaron a la joven madre a exponer a su hijo para reunir los fondos necesarios para afrontar este tratamiento y visibilizar su enfermedad.