Los rosarinos celebraron ayer el Día de la Madre con una buena concurrencia a los corredores gastronómicos y los centros comerciales. Y este año, la celebración llegó precedida de una movida inédita: la transformación en peatonal de parte de calle San Luis con el claro objetivo de potenciar las ventas.
Ayer, en el marco de un día donde la lluvia se adueñó de gran parte de la jornada, igual no fueron pocos los que optaron por agasajar a sus madres afuera de casa, y restaurantes y bares de los corredores emblemáticos más tradicionales de la ciudad lucieron colmados de comensales.
Allí hubo platos para todos los bolsillos, ya que algunos menúes arrancaron en los 400 pesos y llegaron hasta los 800. Es decir, que el promedio orilló los $600 con entrada, plato principal y postre.