La inestabilidad económica, la suba del dólar y un escenario negativo para 2020 -con posibilidad de restricciones al ingreso de vehículos por falta de divisas- aceleran el ajuste en este segmento.

Con un mercado automotor que se derrumba y el superdólar que hace inaccesible el valor de los 0 km, el sector automotor se encamina a una fuerte restructuración. Si bien la crisis golpea a todos por igual, el segmento de los vehículos importadores es el más afectado. Eso se percibe en la decisión de algunas empresas de abandonar el mercado argentino ya que, además de la fuerte recesión que atraviesa desde hace dos años, enfrenta un panorama igual o peor para el 2020. Teniendo en cuenta la escasez de dólares que tiene el país y, ante un escenario de mayores restricciones de divisas, las perspectivas no son alentadoras. El mercado de este año caerá a la mitad respecto al del 2018. A esto se suma que, ante un eventual gobierno kirchnerista, la memoria de muchos empresarios está fresca y recuerdan las trabas que existieron en los últimos años de esa gestión para la importación de autos que hizo que ese segmento se paralizará a partir del 2014.

Las marcas chinas fueron noticia, en los últimos tiempos, por su arribo en masa al país, cuando el mercado se encaminaba a llegar al millón de unidades. De la solitaria Chery que en 2006, en poco tiempo se pasó a más de 14 en la actualidad. Sin embargo, la tendencia de la demanda cambió abruptamente y, para la mayoría, ya no es negocio el mercado local. Entre todas, representan el 1% de las ventas generales y, en septiembre, la mayoría vendió menos de 10 unidades.

Es por eso que ya hay empresas que están replanteando su presencia en el país. Por ejemplo, los representantes de Geely están buscando transferir la marca a algún empresario local. Hoy está en manos de un grupo uruguayo, que viene operando en ese país desde hace más tiempo. “La Argentina es muy inestable y los representantes de Geely nunca lograron hacer pie en el país” explicaron desde una marca competidora.

Pero no todo se limita al segmento de las marcas asiáticas. También sucede con europeas de alta gama. La empresa chilena Ditecar –que comercializa VolvoJaguar y Land Rover – tiene avanzadas las negociaciones con un grupo local para traspasarle las operaciones en la Argentina. El acuerdo de palabra estaría prácticamente definido y se estima que en un par de semanas se podría firmar el convenio oficial. “La Argentina es muy difícil para hacer negocios y los empresarios extranjeros se cansan de tantas complicaciones” explicó un ejecutivo de otra marca importada.

Hace un año, los chilenos de Ditecar comenzaron la búsqueda de un socio local que aportara capital pero, con la profundización de la crisis, decidieron vender la representación. En todo este tiempo, mantuvieron negociaciones con distintos grupos –incluso uno de origen británico – pero no tuvieron éxito. Ahora, todo indicaría que se concretaría la operación.

En el caso de la china Geely, también está en negociación con empresarios locales. Uno de ellos es Hugo Belcastro, quién confirmó a Ámbito Financiero que se encuentra en conversaciones para quedarse con la marca. Es el representante oficial de Alfa Romeo y de las chinas Baic y Fotón. También maneja las operaciones de Isuzu y cuenta con concesionarias de Audi, Honda, Citroën, DS y Volkswagen.

Estos no son los únicos casos demarcas importadas que están replanteando su negocio en la Argentina. Hay otras aunque, por el momento, no tienen la decisión tomada de salir del país. Se presume que, de mantenerse la tendencia actual, habrá una concentración de marcas para que queden en menos manos. El caso de las automotrices chinas, por la baja participación de mercado, puede ser el más evidente. Ahí hay jugadores importantes como el grupo Socma (Chery, JAC y DFSK) y el Grupo CarOne de Manuel Antelo (Haval, Changan y Great Wall). Este último también es representante de la japonesa Mitsubishi.