El doctor Favaloro recomendó una copita de vino por día para proteger las arterias. El argumento decía que los antioxidantes que contiene esta bebida pueden ayudar a prevenir enfermedades cardiovasculares porque aumentan los niveles de colesterol "bueno" y provocan un efecto protector de las arterias.

Ahora, médicos y expertos en la salud estudiaron hábitos de consumo de cientos de personas, y aconsejan que es necesario reducir la ingesta de bebidas alcohólicas porque son nocivas no solamente para nuestro cuerpo, sino específicamente para el sistema circulatorio. Científicos en Corea del Sur llevaron a cabo esta investigación, en la que diez millones de personas se sometieron a diferentes estudios del corazón, y descubrieron que, aquel que había tomado durante una semana entera era más propenso a sufrir enfermedades cardíacas que otros que tomaban con menor continuidad pero en mayor cantidad. Se comprobó entonces que la frecuencia contribuye a desarrollar riesgos cardíacos y aumenta las probabilidades de sufrir un latido cardíaco irregular, lo que se conoce como Fibrilación Auricular (F.A.).

"En lo que se refiere a la fibrilación arterial, beber a menudo aunque sea poco es más peligroso que beber hasta emborracharse puntualmente, independientemente de la edad y el sexo", explica el Dr. Jong-Il Choi, del Colegio de Medicina de la Universidad de Corea (Corea del Sur).

Actualmente, la F.A. afecta a más de 400 mil argentinos, los que son considerados tanto hombres como mujeres a partir de los 55 años de edad
En la investigación publicada en el Journal EP Europace , aquellos que habían tomado durante todos los días, eran un 41 por ciento más propensos a tener arritmias o un mayor riesgo cardíaco, en comparación con quienes habían bebido grandes atracones de alcohol pero solo dos veces en la semana.

“El consumo a largo plazo de alcohol no es beneficioso para ningún órgano del cuerpo, ni aunque lo sea en dosis moderadas porque puede acarrear enfermedades como hipertensión arterial y aumento del tamaño del corazón”, señaló a Con Bienestar Gabriel Lapman, médico cardiólogo de la Universidad de Buenos Aires (M.N. 119066).

¿Qué es la Fibrilación Auricular?

La F.A. consta en una frecuencia cardíaca irregular que puede derivar en una irrigación sanguínea deficiente, provocada porque las cavidades superiores del corazón (aurículas) no laten de forma coordinada con las cavidades inferiores (ventrículos) del mismo. Un corazón sano late entre 60 y 100 veces por minutos, pero cuando presenta esta afección cardíaca, suele aumentar el ritmo notablemente y supera los 100 latidos.

Esta enfermedad no siempre tiene síntomas, pero cuando si los presenta, pueden ser por medio de palpitaciones, fatiga, dificultades respiratorias, pulso irregular, mareos, dolor en el pecho. Si la persona presenta cambios repentinos en los latidos de su corazón, dolor en el pecho, o algún otro síntoma anteriormente mencionado, será recomendable que consulte al médico.

Actualmente, la F.A. afecta a más de 400 mil argentinos, los que son considerados tanto hombres como mujeres a partir de los 55 años de edad y en casos de adultos mayores de 80 años, su prevalencia puede ser de hasta el ocho por ciento.

¿Por qué es tan importante cuidarse?

No está mal disfrutar de una copa o un brindis de vez en cuando, la cuestión está en ser moderados y reducir lo más que se pueda su consumo ya que a la larga trae consecuencias para nuestro cuerpo. Si bien, no hay patrones de consumo establecidos que determinen qué bebida en grandes cantidades es la más peligrosa, hay que tener un verdadero cuidado sobre nosotros mismos y evitar los excesos o borracheras porque son las causantes de futuros síntomas.

Según estatutos de salud y bienestar, se recomienda no beber más de 14 unidades de alcohol por semana. Una unidad corresponde a 10 mililitros de alcohol puro y se estima que el estómago de un adulto promedio tarda hasta una hora en procesarlo.