Un incómodo momento debió vivir Marcelo Gallardo cuando aterrizó junto al plantel de River en Aeroparque después de la desazón de la final ante Flamengo.

Apenas el Muñeco bajó del avión, un empleado aeroportuario le espetó con voz amable pero mucha ironía, mientras lo filmaba:  "Buena, Muñeco. No es nada, peor es irse a la B, amigo". El entrenador ni se mosqueó y siguió su camino.