El presidente concentró la campaña en esos mismos distritos que lo llevaron a la Casa Rosada en 2015 y logró mejorar su performance con respecto a las PASO.

La estrategia estuvo acertada. No le alcanzó. El "Sí, se puede" mutó en un "no se pudo". Sin embargo la estrategia adoptada por el presidente Mauricio Macri entre las PASO y las elecciones generales fue acertada.

El presidente le habló a su núcleo duro, a las capas medias y altas de los distritos más ricos del país y logró mejorar su performance con respecto a las PASO. La Ciudad de Buenos Aires, Córdoba y Mendoza se ratificaron este domingo como distritos "amarillos".

Con el 85% de las mesas escrutadas Macri obtuvo el 51,96% de los votos en la Ciudad de Buenos Aires frente al 35,99% de Alberto Fernández. En Córdoba con el 97% de las mesas escrutadas Juntos por el Cambio gana con el 61,36% de los votos frente al 29,21 del Frente de Todos mientras que en Mendoza, con el 96,10% de las mesas escrutadas Macri ganó con 50,37% de los votos frente al 37,53% de Fernández.