En el marco de una situación económica y financiera deteriorada, las elecciones generales abrieron una nueva etapa. Ahora, hay que llegar al próximo 10 de diciembre hasta que asuma Fernández. 

Con una gran desconfianza de inversores y ahorristas, se abre una nueva etapa hasta el 10 - D. En este período, deberán convivir tanto Macri y Fernández, aún con los intereses contrarios que representan.

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"Frente a esta coyuntura, el mercado estará muy atento a cada una de las señales económicas y políticas que Fernández ofrezca como presidente electo, pero además será muy importante la forma en que se lleve adelante la transición política, es decir, si es coordinada, o por el contrario, si se profundizan los cortocircuitos que se observaron en las últimas semanas" explican desde Ámbito Financiero.

Reforzamiento del Cepo

Inmediatamente después de conocerse los resultados electorales, el Banco Central impuso un cepo casi total. La limitación de u$s200 es para aquellas personas que hagan la operación vía homebanking, mientras que para las compras en efectivo sólo se podrán adquirir u$s100, responde a la necesidad de contener una posible corrida del dólar; como a su vez al intento de frenar la sangría de reservas.

"La fragilidad de la situación se observa nítidamente con el drenaje de reservas que hubo tras las PASO: se perdieron u$s 22.805 millones, y los activos del BCRA terminaron el último viernes en u$s43.503 millones, el menor nivel desde enero de 2017" explica el portal.

Relación con el FMI

La mayor incertidumbre de ahora en más pasará por el manejo de la deuda con acreedores privados y la relación con el FMI. Esto puesto que desde las PASO del 11 de agosto, el mercado y la economía argentina transitaron una verdadera odisea. El deterioro de las valuaciones de los activos marchó al compás de la suba del riesgo país, la volatilidad cambiaria y la pérdida de confianza.

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Un reperfilamiento de la deuda con el FMI podría brindar un margen de certidumbre y estabilidad.