En la Cámara baja hubo polémica por nominaciones y oficialistas culparon a la interna del PJ.

La reforma constitucional impulsada por el PJ y sus aliados no tuvo lugar en la cámara de diputados. Y fue frenada en la cámara de senadores. Pero hubo más: el interbloque justicialista en Diputados pidió al gobernador Miguel Lifschitz que no envíe los pliegos para ocupar los cargos vacantes en la Defensoría del Pueblo y el Ente Regulador de Servicios Sanitarios (Enress). Esto ya que, a su entender, es una misión de su sucesor, Omar Perotti. Desde el oficialismo lo tomaron como conflictos al interior del propio justicialismo.

A pesar de estar cerca de conseguir los 34 votos que le hubiesen permitido tratar positivamente el proyecto de reforma, hubo conflictos con un sector del macrismo y los números no cerraron.

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Interna peronista

Sin embargo, sobre el mediodía, la sorpresa mayor surgió de la Cámara alta: el senador provincial Armando Traferri blanqueó su malestar con la movida reformista.

"Es una falta de respeto hacia el cuerpo y hacia nosotros, como justicialistas, el modo en que están tratando el tema. Nadie nos habló al respecto y no es la forma adecuada de llevar las cosas adelante", enfatizó.

Las objeciones de Traferri también sintonizaron con el planteo previo de Marcos Cleri, diputado nacional recientemente reelecto y dirigente de La Cámpora, quien había cuestionado la avanzada reformista, señala La Capital.