El volante sólo jugo 37 minutos en el semestre con Cocca y su contrato expira en diciembre.

“En un mes quedo con mi pase en mi poder, me siento bien, me siento entero, y quiero retirarme volviendo a ser campeón y lo voy a hacer" fue la frase que eligió Néstor Ortigoza para confirmar la partida de Rosario Central tras dos años con altas y bajas, ciclo en el que pasaron cinco entrenadores: Leonardo Fernández, José Chamot (interino), Edgardo Bauza, Paulo Ferrari y Diego Cocca.

De todos esos procesos, el mandato de Edgardo Bauza fue sin dudas el de mayor plenitud debido a la confianza que el Patón había depositado en el estratega. En ese período, además, los Canallas pudieron alzarse con la tan ansiada y perseguida Copa Argentina en Mendoza ante Gimnasia y esas actuaciones le posibilitaron extender un vínculo que terminaba a mitad de este año.

Como contrapartida, ni con Ferrari conduciendo un período muy corto los destinos del club de Arroyito, ni con Cocca, hoy al mando, volvió a tener la continuidad deseada. De hecho, en este semestre sólo disputó 37 minutos producto de dos ingresos en el segundo tiempo, uno frente a Patronato y el restante ante Vélez.

Ortigoza, quien se recupera de una fractura incompleta del cuarto metatarsiano de su pie izquierdo, disputó 37 encuentros con la casaca de Rosario Central y fue titular en 32 de ellos. De esos compromisos, 26 fueron por Superliga, 6 por Copa Argentina, 2 por Copa Libertadores, 1 por Sudamericana, 1 por Supercopa y 1 por Copa de Superliga. En total, el Gordo marcó un gol: fue ante Independiente por Superliga, de tiro penal). Además, vio 2 veces la tarjeta roja, ambas por Superliga (como visitante de Atlético Tucumán y Huracán).