El gobernador le salio al cruce a las críticas que le deslizó su sucesor, Omar Perotti, quien le pidió medidas de "responsabilidad fiscal".
El gobernador Miguel Lifschitz habló ayer sobre la transición santafesina. También sobre los nuevos cruces con su sucesor, Omar Perotti.
"Es parte de lo normal, espero que podamos transitar este último mes de manera más ordenada. Y brindar información específica sobre salud, educación, seguridad y de cada uno de los ministerios", aseveró el jefe de la Casa Gris según La Capital.
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"Yo hago lo que digo", enfatizó el socialista, respondiendo al gobernador electo. Y agregó: "Existe una comisión de transición que tuvo muy poco funcionamiento hasta ahora. Y esperamos que, cuando el gobernador electo decida nombrar a sus ministros, empecemos a trabajar de forma más activa".
A partir de un comunicado emitido por el equipo del justicialismo sobre la situación financiera de la provincia, el ministro de economía de la provincia le respondió que Santa Fe tiene la situación económica que "cualquier gestión" querría heredar.
"Por cada peso a pagar, tendrá tres a cobrar. La deuda es una tercera parte de las acreencias", insistió el funcionario acerca del reciente reclamo público de la gestión entrante. También garantizó el pago de sueldos y aguinaldos.
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La crítica a la actual gestión se manifestó a través de un comunicado que emitió su equipo de transición (integrado por Rubén Michlig, Leandro Busatto, Roberto Mirabella y Alcides Calvo), también alertó que el déficit que dejará Lifschitz cuando acabe su mandato el 10 de diciembre próximo estará por encima de los 19.000 millones de pesos.