Por el escape investigan a efectivos de la policía bonaerense que prestan servicio en esa dependencia. El lugar está habilitado para 12 reclusos pero había 52.

 

Once personas que estaban detenidas en la comisaría tercera Quilmes Oeste se fugaron cuando uno de los policías de la dependencia abrió la celda para darles la comida. Según contaron a TN fuentes de la causa, otros efectivos intentaron bloquearles el paso en la puerta pero no lograron detener la carrera de los presos.

Sin embargo, la justicia investiga si hubo complicidad policial de la sede que comanda el comisario Miguel Coch. La prensa local advirtió que se viralizan alertas entre los vecinos por la presencia de los prófugos en el barrio.

Según la versión de los policías, la fuga ocurrió cuando uno de ellos concurrió a uno de los calabozos para pasar la comida. En el interior, uno de ellos lo empujó y el efectivo se cayó al piso. Los reclusos salieron corriendo, sin que ningún otro uniformado pueda detenerlos, y abren un portón que estaba sin llave y siguen su carrera por la calle 12 de octubre.

Asuntos Internos del Ministerio de Seguridad de la Provincia abrió un sumario para investigar el caso. Fuentes de la cartera indicaron que creen que la fuga "estuvo arreglada" y que podrían desafectar a los agentes que permitieron la fuga.

Cuando todo sucedió, el comisario se encontraba en su despacho, junto a su segundo, Rubén Banegas. Según detalle el parte, ambos fueron alertados por el ayudante de guardia. Los jefes fueron a los calabozos y se entrevistaron con el policía que dejó escapar a los detenidos. Se trata de joven de 23 años, de apellido Castillo, que les relató lo que sucedió y les aclaró que, de inmediato, se levantó y cerró la puerta.

Castillo explicó que uno de sus compañeros, también de 23 años y de apellido Gómez, debía cerrar la puerta en el momento que él entraba, pero se demoró debido a que "en el trayecto de su oficina al patio, le habló otro efectivo". "En ese momento, escucha los gritos y ve cómo se iban a la carrera por el patio de la comisaría. Ahí abren un portón que estaba sin llave y que daba a la calle 12 de octubre".

Un solo policía tuvo la reacción de perseguir a los evadidos. Se trata del oficial Yolan, que los corrió hasta la calle Aristóbulo del Valle donde ve cómo un grupo se sube a un Renault Megane gris y escapa. El agente dijo que les disparó con su arma reglamentaria, pero no llegó a ver la patente.

Aunque aún no se tomaron medidas reglamentarias, el relato de los policías no convence a Asuntos Internos ni a la fiscal Karina Gallo, que ordenó la recaptura de los detenidos y la declaración de todo el personal.

Los detenidos que se fugaron son:

Jorge Adrián Torres: imputado por robo.

Eduardo Ezequiel Ramirez Barbona: imputado por robo en grado de tentativa.

Adrián Muñoz: imputado Ley 23737 (de drogas)

Ignacio Alejandro Cardenas: imputado por robo calificado en poblado y en banda.

Luis Alberto Navarro: imputado por portación ilegal de arma de guerra.

Mario Ezequiel Arancibia: imputado por encubrimiento agravado y portación ilegal de arma de guerra.

Walter Alberto Luján: imputado por encubrimiento agravado y portación ilegal de arma de guerra.

Gonzalo Emanuel Sotelo: imputado por robo agravado por el uso de arma

Ulises gastón Cabaña: imputado por el delito de robo agravado por el uso de arma en poblado y en banda

Aldo Adolfo Pérez: imputado por robo simple.

Alan Xavier Villalba: imputado por hurto en grado de tentativa.

Hasta el momento, Villalba es el único que fue recapturado.