Vecinos de San José del Rincón, Villa California y Colastiné, reclamaron ante los hechos de inseguridad. 

En los últimos días una oleada de hechos delictivos ha hecho impacto en viviendas de San José del Rincón, Villa California y Colastiné, motivo por el cual sus vecinos han manifestado su lógica preocupación.

La mayoría de los siniestros han ocurrido en inmuebles que solo están habitados durante los fines de semana, aunque también hubo episodios en casas con familias que residen de manera permanente.

El detalle que más desazón provoca entre las víctimas (y enojo) es la reiteración de robos y otros incidentes, ante la pasividad de las autoridades.

Cambios peligroso

“La zona de la costa ya no es lo que era. Se ha perdido su tradicional rasgo de tranquilidad y orden que la caracterizaba. Hoy estamos atravesados por la delincuencia”, dicen sin vacilar un grupo de vecinos que mantuvo un diálogo con El Litoral.

Como causa de todos los males los residentes apuntan a la aparición de nefastos ‘personajes’ que han encontrado ‘pista libre’ para desarrollar todo lo concerniente al negocio de las drogas.

“De un momento para otro comenzamos a ver tiroteos, disputas de territorios, jóvenes que son captados como ‘soldaditos’, en fin, todo un menú que nunca antes se había dado en esta zona”, remarcan.

Dos muertes

Como prueba de lo anterior recuerdan lo ocurrido con el chico Rubén Darío “Apolo” Mendoza (14), quien el 5 de julio fue hallado muerto en el río Colastiné. Tenía sus piernas atadas con un cable. La firma de un acto mafioso.

“A el lo mataron los narcos de acá de la costa. El sabía quiénes vendían y quiénes la ‘bajaban’. En Colastiné y en Rincón hay droga en cantidades y la policía mira para otro lado”, dijeron sus familiares.

* Más cerca en el tiempo está lo ocurrido con Miguel Angel Frutos (77), víctima de malvivientes que irrumpieron en su domicilio de Villa California y lo mataron a golpes.

Usurpaciones

Como otra prueba del descontrol imperante los vecinos señalaron el caso de un hombre que perdió un terreno a manos de intrusos.

“Hace unos meses se le instaló una persona en su terreno. Hoy ya son 32 familias las que viven allí”.

“Hemos pagado con nuestra plata la compra e instalación de cámaras de vigilancia. Pero de nada sirvió porque los delincuentes las vandalizaron”, sostuvieron.

“La ausencia de las autoridades es total. Hemos tenido muchas reuniones y solo se van en promesas. Cuando pasa algo resonante como el caso Frutos, aumentan los patrullajes 15 días y después desaparecen. Ahora estamos ante el cambio de gobierno y sospechamos que la zona ha quedado liberada”, cerraron.