Hay contenedores en llamas y vidrieras rotas. Los manifestantes se oponen a la medida impulsada por el presidente Emmanuel Macron.

 


La marcha parisiense que ya comenzó, en protesta contra la reforma jubilatoria del gobierno, sufrió los primeros disturbios, antes de llegar a Republique. En los alrededores de la gran plaza de Francia, donde se ubicaron cientos de "black bloc" con el rostro cubierto, están en llamas algunos contenedores y los bomberos están interviniendo.

Algunos manifestantes están lanzando piedras contra las vidrieras y la situación es cada vez más tensa. También dañaron algunas cámaras de operadores de televisión que los estaban filmando.

Por su parte el presidente Emmanuel Macron se dice "calmo y determinado" frente a la protesta de la reforma, cuya "arquitectura general" será anunciada a mediados de la próxima semana por el primer ministro, Edouard Philippe.

"El jefe de Estado -informó la presidencia- está tranquilo y decidido a llevar a cabo esta reforma, escuchando y consultando. Está atento al respeto del orden público y las molestias sufridas por los franceses".

Luego precisó que "el alto comisario Jean-Paul Delevoy concluirá al comienzo de la semana las consultas con las contrapartes sociales y se expresará una síntesis de las discusiones. Luego el primer ministro, a mediados de la próxima semana, anunciará la arquitectura general de la reforma".

Entretanto en los ferrocarriles las cifras de la SNCF, la compañía que los gestiona, hablan del 55,6% de empleados de huelga: el 85,7% de los conductores, el 73,3% de los controladores y el 57% del personal de estación. Se canceló el 90% de los trenes TGV de alta velocidad y el 80% de los rápidos. Sobre 12 líneas de metro, salvo las dos automáticas que funcionan normalmente, 10 están totalmente cerradas. Asimismo están de huelga el 51,15% de los docentes en la primaria y el 42,32% en las escuelas medias y superiores.