San Martín de Tucumán perdía como local ante Instituto de Córdoba, cortaba una racha de diez partidos sin caer y se quedaba sin invicto, hasta que apareció el arquero Ignacio Arce en el minuto 48 y con un cabezazo puso el 1-1 final.


Con uno de los hechos más destacados del fin de semana, San Martín de Tucumán consiguió un agónico empate como local ante Instituto de Córdoba por 1-1, en la continuidad de la 14º fecha de la Primera Nacional. Su arquero, Ignacio Arce, marcó, de cabeza, el tanto de la igualdad cuando finalizaba el partido.

Consumado el empate, el estadio estalló por completo y Arce se convirtió en un nuevo ídolo para la institución. En comunicación para Cadena Oh! el arquero manifestó que “por todo lo que me tocó vivir y por las repercusiones fue uno de los momentos más felices de mi carrera”.

“Tengo una personalidad de ir para adelante y sacar siempre el pecho. El gol fue una mezcla de euforia y bronca”, contó Arce quien explicó que su padre, que estaba de visita en Tucumán, fue internado luego de sufrir un ataque de pánico al haber sido asalto a mano armada en plena calle.

Arce, que pasó por Unión, manifestó que volver al tatengue siempre fue una deuda pendiente, “sobre todo para demostrar la madurez que logré formar fuera de Unión, logrando un ascenso y una buena carrera, pero todavía me queda un año y medio de contrato y me siento cómodo en San Martín”, concluyó.


Escuchá la nota completa: