El Parlamento de Eslovaquia rechazó hoy la enmienda a la ley del aborto que la transformaba en una de las más restrictivas de la Unión Europea y fue impulsada por el partido conservador. La iniciativa fue cuestionada por organizaciones de derechos humanos que definían esta normativa como una extorsión sentimental. La medida incluía multas que superaban los 66 mil euros para quienes promovieran la práctica.

En total de los 150 diputados del Consejo Nacional, 59 votaron a favor de la reforma, 24 lo hicieron en contra, 40 se abstuvieron y los restantes 27 no se presentaron a la Cámara. De esta forma la enmienda no alcanzó, por solo cuatro votos, la mayoría necesaria entre los diputados presentes en la sesión.

Unas 30 organizaciones ya habían rechazado la iniciativa en una carta abierta a los legisladores firmada por ejemplo, por la Human Rights Watch, Amnistía Internacional, Marie Stopes International y la Campaña internacional por el derecho de las mujeres al aborto seguro. Allí manifestaron que no existía ninguna razón médica que aconseje a la mujer ver y escuchar los latidos del feto antes de abortar y se remitieron a los dictámenes de la Corte Europea de Derechos Humanos.

En Eslovaquia se practican un promedio de 7.500 abortos voluntarios al año. El diputado del movimiento opositor Gente Corriente (Olano), Richard Vasecka, consideró que esta normativa podría reducir la cifra de abortos en un 80 por ciento. Si bien es un país predominantemente católico, permite el aborto por cualquier motivo hasta los 12 semanas de embarazo y hasta 24 semanas por razones médicas.

La implementación de la ley iba a constituir un retroceso en los derechos de las mujeres, según sostienen diversos parlamentarios eslovacos. Silvia Shahzad, legisladora del partido conservador Ordinary People, votó en contra de la propuesta. “Tratar de cambiar las opiniones de las mujeres sobre su embarazo con este tipo de presión no es aceptable”, señaló.

La Organización Mundial de la Salud no recomienda una ecografía de rutina antes del aborto. La agencia de salud de la ONU dice que los abortos deben ser practicados de una manera que respete la dignidad de la mujer, garantice su derecho a la privacidad y sea sensible a sus necesidades y perspectivas.