Un hombre de 46 años es juzgado desde ayer por una saga de hechos violentos contra su ex mujer y sus propios hijos. A quienes en una oportunidad, según la acusación, habría agredido con una picana luego de violar reiteradamente prohibiciones de acercamiento impuestas desde el Poder Judicial.
La Fiscalía solicitó cinco años y medio de prisión efectiva por incumplir las restricciones de acercamiento. Por lesiones dolosas leves y agravadas por la relación preexistente y por mediar violencia de género.
La sala 9 del nuevo Centro de Justicia Penal (CJP) de Virasoro y Mitre fue escenario de un proceso judicial que puso al desnudo un caso testigo de violencia doméstica que pudo terminar en una tragedia.
Y sobre todo dejó en evidencia los laxos controles sobre las medidas judiciales impuestas desde los juzgados de Familia.