Intendentes electos que asumirán sus cargos mañana en distintas localidades del sur santafesino tendrán que ingeniárselas para hacer frente al pago de obligaciones salariales y deudas millonarias que heredarán de gobiernos de otros signos políticos que culminan sus mandatos.
Tal es el caso de los futuros mandatarios locales Andrés Golosetti, de Casilda; Rolvider Santacroce, de Funes; y Miguel Vázquez, de Carcarañá, quienes representan la vuelta del peronismo a esas ciudades cercanas, aunque de diferentes departamentos, con el desafió de revertir la crítica situación y satisfacer demandas, especialmente en materia de obras y servicios públicos.
El escenario más complejo se presenta en el municipio carcarañense donde la nueva gestión arrancará en medio de un conflicto por reclamos salariales, excepto que la aún intendenta del Frente Progresista Cívico y Social (FPCyS), Verónica Schuager, pague los haberes del mes pasado y los empleados levanten el paro que iniciarán hoy, algo que difícilmente ocurra.