La intención es intentar actualizar los sueldos que quedaron demasiado atrasados con el proceso inflacionario que vive el país y establecer una base para las negociaciones salariales de 2020.

Tras la sanción de la Ley de Solidaridad Social y Reactivación Productiva, el Gobierno de Alberto Fernández ya piensa en la utilización de la facultades especiales y en las próximas medidas para pymes y sectores de la clase media.

En los próximos días, se buscará en primer lugar aumentar el piso mínimo de los salarios de los trabajadores que se encuentran registrados en el sector privado. La medida será lanzada mediante un decreto en el que se dispondrá una suba entre 5000 y 8000 pesos.

Según informó La Nación, el pago será remunerativo y a cuenta de futuros aumentos en la paritaria. La bonificación, o al menos una primera cuota, en caso de ser en tramos, se debería pagar en enero. El anuncio se concretaría después de Navidad, a pesar de las intenciones oficiales de hacerlo antes.

“Vamos a dar un aumento para que los sectores que quedaron atrasados puedan negociar mejor su paritaria. Esto es un piso de la negociación salarial, queda incorporado al salario. No es un bono y será remunerativo”, precisó ayer el ministro de Trabajo, Claudio Moroni.

Moroni dijo que buscarán negociar con los empresarios una salida para evitar que el alza salarial se traslade en igual medida a los precios: “La política de precios y salarios tiene que ser convergente. Si los aumentos nominales se van a precios, no servirá de nada”, señaló el funcionario.

La medida servirá para apuntalar los salarios más bajos y podría modificar temporalmente el esquema tradicional de las paritarias sectoriales, con una suma fija, cuyo monto sería el que disponga el Presidente por decreto, y otro ajuste porcentual derivado de la negociación entre los empresarios y los sindicalistas.

“Todavía no se baraja ningún monto, recién comenzamos con las consultas”, dijo, enigmático, un funcionario de la cartera laboral que participa de las charlas con gremios y empresas.

La remuneración promedio de los poco más de 6.000.000 de trabajadores registrados del sector privado, por ejemplo, es de $51.500 brutos (unos $43.000 netos).

“Uno de los puntos del acuerdo es dar un aumento mínimo salarial. Va a haber un piso mínimo que va a impulsar a los sectores que quedaron atrasados a negociar mejor la paritaria”, precisó ayer Moroni.