Las compras navideñas se desarrollaron con intensidad este fin de semana. Con medidas como la peatonalización de calle San Luis y calle Sarmiento, el centro rosarino se pobló de personas que iban comprar sus regalos.

Todos los comerciantes observaron lo mismo: la regla fue gastar lo menos posible. Sin quedarse por comprar algún regalo, se intentó reducir costos en todos los rubros. Más allá de mantener los locales abiertos, de ofrecer shows y ofertas y de buscar recursos para que las personas se acerquen, hubo una reducción en lo gastado esta Navidad.

Ritual

De todas formas, la complicada situación económica no frenó el aluvión de personas que fue al centro el fin de semana. Los pequeños negocios buscaron diferentes divertimentos y atractivos, mientras que los comercios grandes se mantuvieron abiertos.

A su vez, las recorridas tenían un gran tinte familiar, con la presencia de grupos familiares enteros que compraban o, incluso, iban de paseo por las peatonales o centros comerciales. Es decir, el centro no dejó de ser un imán de atracción esta Navidad.

Pero esto no terminó, porque hoy los comercios esperan más personas que todavía tienen que hacer sus compras. Estarán abiertos teniendo en cuenta que ya quedan pocas horas.