"Es una obra pensada para ayudar a los isleños, a los vecinos, y a la única escuela", manifestaron luego de las denuncias de ambientalistas. La Vecinal defendió los trabajos de canalización que se están realizando en la zona de El Embudo.

 


Referentes de la Junta Vecinal El Embudo salieron a responder ayer las denuncias públicas del grupo ambientalista denominado Amigos de la Isla Autoconvocados. Apuntaban a esa entidad como la responsable de una situación irregular en la zona de El Embudo. Donde se están realizando tareas de canalización con máquinas de gran tamaño.

Según el reclamo, se utilizó como excusa la necesidad de acceso a la escuela de la zona para tapar otro tipo de usos recreativos. Esto como el paso de veleros y lanchas de mayor calado en etapa de vacaciones. Desde la Vecinal negaron tajantemente esos planteos y aclararon sus intenciones y sus pasos dentro de esta acción.

Requisitos

Nosotros respetamos cada uno de los requerimientos formales y seguimos las indicaciones de la Dirección de Hidráulica de Entre Ríos. Desde un primer momento eso estuvo pensado para ayudar a los isleños, a los vecinos. Y sobre todo para el arribo a la única escuela en el lugar. No hay ninguna obra ilegal. Y tampoco somos un grupo de millonarios haciendo lo que queremos, ni tenemos embarcaciones lujosas. Fue una obra pensada con espíritu solidario”, comentó María Laura, secretaria de la Junta Vecinal El Embudo.

Desde hace cuatro años, ante cada creciente del río Paraná, se produce un sedimento en la única boca de acceso a la laguna El Embudo. Que torna prácticamente imposible el acceso a las viviendas y sobre todo a la Escuela Nº 45 Martín Jacobo Thompson”, contó María Laura.

Leer más: Ambientalistas denuncian la apertura de un canal para entrar con veleros

Y destacó que “esto genera una situación de enorme peligro para los habitantes de la isla en casos de incendios o accidentes. Y además favorece la comisión de delitos contra la propiedad. Si se produce alguna emergencia, es imposible implementar una evacuación rápida”.

Aperturas

Los vecinos, junto con algunos clubes, intentamos hacer una apertura mecánica de la boca de El Embudo, lo que proporcionó una solución provisoria, pero al corto plazo no dio resultado ya que volvió a sedimentarse y la situación se agravó”, precisó la mujer.

La representante de la Vecinal explicó que para afrontar esa situación, llevaron el planteo al intendente y al Concejo Deliberante de Victoria, y también a la Dirección de Hidráulica de Entre Ríos, en el mes de septiembre. “Conscientes de la difícil situación financiera de la provincia, propusimos hacernos cargo de la recuperación del paso El Cañito, que ya existía hace unos años sobre el islote de Los Alizales o Cincuentenario”, apuntó.

“Nuestra nota tuvo una rápida respuesta de parte de la Dirección de Hidráulica. Y allí hubo un informe técnico favorable del ingeniero Carlos Víctor”, puntualizó.

Y agregó: “Apenas habíamos comenzado las tareas, el 6 de diciembre, el Consejo Regulador de Uso de Fuentes de Agua (Corufa), la máxima autoridad en el tema, nos comunicó que debíamos suspender la obra por una denuncia presentada por el Club de Regatas Rosario. Y nos convocó a una instancia conciliatoria que se realizó el 9 de este mes, a la que fuimos miembros de la Vecinal, la directora de la Escuela Nº 45 y el propietario del único bar en El Embudo. Pero no se presentó ningún representante de Regatas. Al día siguiente, nos informaron que podíamos continuaron las tareas”.

Disfrutar y preservar

Desde la Vecinal aseguraron que “los integrantes de esta junta somos propietarios o legítimos poseedores de terrenos que fueron loteados en 1947 y pagamos impuestos a la provincia de Entre Ríos. No somos personas con gran poder adquisitivo, ni con importantes influencias políticas”.

Y subrayaron que “somos más de cincuenta vecinos agrupados con la única intención de disfrutar y preservar el lugar que tanto amamos, respetando la naturaleza”.

Asimismo, María Laura repitió que “el dinero con que se sustenta la obra fue aportado por los vecinos, cada uno en la medida de sus posibilidades económicas”. Y además remarcó que la directora de la Escuela Nº 45 “es miembro de la vecinal y puede contar la realidad de esa institución, que es dramática”.

Y enfatizó: “No pretendemos el uso exclusivo de El Embudo, todo lo contrario. Nuestro deseo es que este maravilloso lugar esté al alcance de todos. Sobre todo de los clubes de río, que cumplen una función social y solidaria muy importante”.