El Papa Francisco recorría el pesebre ubicado en la plaza de San Pedro, a las puertas del Vaticano, cuando una turista lo agarró de un brazo y no lo dejaba ir. Molesto por la situación, el Pontífice tuvo que tirar con brusquedad para soltarse.

En el video se ve cómo una mujer aprisiona del brazo a Francisco, de 83 años, que casi pierde el equilibrio mientras estaba saludando uno a uno a los fieles.

Ni bien se pudo sortear el incidente, el Papa le golpeó la mano de la osada feligresa en señal de castigo y siguió caminando, visiblemente enojado.