En el marco de fuertes medidas económicas, el Gobierno se prepara para dar por terminadas las reformas en la Casa Rosada. El “masterplan” que se proponía modernizarla, con una inversión total de 285 millones de pesos, no continuará.

Altas fuentes oficiales, informaron al diario Clarín, el descontento del presidente Fernandez por los cambios de identidad y estilo tradicionales del edificio. Entre las modificaciones se cuentan: la demolición de la histórica escalera de carrara, la reconversión del Salón Mujeres Argentinas en oficinas para personal político, la mudanza de la Biblioteca, y el recambio de muebles, encabezan la lista de cuestionamientos del presidente electo.

"Dieron vuelta todo y no se preocuparon por cuestiones mínimas, como asegurar que funcionara correctamente el aire acondicionado en el despacho del Presidente y en el Museo (del Bicentenario)".

Los funcionarios a cargo se enfocarán en hacer refacciones puntuales que garanticen el mantenimiento y la puesta en valor de un edificio. Según las autoridades, el edificio, trasciende a su uso como sede del Ejecutivo y es también un monumento histórico.