La cifra de suicidios ascendió a 12,7 cada 100.000 adolescentes entre los 15 y los 19 años. Hoy, el suicidio, constituye la segunda causa de muerte en este rango etario, según el estudio “Suicidio en la adolescencia. Situación en la Argentina”, presentado por UNICEF Argentina.

La muerte autoprovocada nunca es el resultado de un solo factor o hecho, sino por el cruce de distintas variables. Entre estas variables, podemos citar: la ausencia de personas significativas o instituciones que puedan contener, sostener, proteger y acompañar a los chicos y las chicas en su desarrollo psicosocial.

Las dificultades para cumplir con los estándares sociales aceptados al momento de atravesar la transición de la juventud a la adultez, el padecimiento mental no atendido y el abuso sexual, son otros factores que podrían precipitar la decisión de quitarse la vida.

A pesar de que los datos sobre tentativas de muerte por voluntad propia muestren que las mujeres tienen más intentos que los hombres, existe una mayor cantidad de decesos entre los varones. Los comportamientos culturales atribuidos al género masculino, tales como menor tendencia a comunicar sus problemas y a reconocer que necesitan ayuda o que tienen dificultades, lleva a los varones a concretar las acciones de manera más frecuente que las mujeres. Además, tienden a usar métodos más letales como ahorcamiento o la utilización de armas de fuego.

Las tasas de mortalidad autoprovocada entre 2015 y 2017 en las provincias de Salta, Catamarca, Jujuy, son 10 veces más alta que las tasas en el resto del país.

El estudio que presentó UNICEF, indica que los datos del disponibles en los certificados de defunción, sólo permiten analizar el nivel de educación de los y las adolescentes. En esos datos se observan mayores tasas de suicidio entre los chicos y chicas que tienen menores niveles de educación. “Este dato indica un vínculo entre eventos relativos al suicidio y grados de vulneración social”, afirmó Fernando Zingman, Especialista en Salud de UNICEF.

“Es necesario implementar políticas públicas preventivas e implementar la capacidad de las personas adultas que integran escuelas, servicios de salud, servicios de protección, fuerzas de seguridad y organizaciones comunitarias para que tengan las herramientas necesarias para contener y brindar asistencia”, destacó.

Es importante recalcar, que el procedimiento de registro de las muertes por suicidio aún es deficiente. Requiere de mayor articulación y acuerdo en los criterios de codificación entre los diversos actores institucionales e individuales que intervienen para garantizar el registro de casos. Es necesario conectar los certificados de defunción con las historias clínicas, de manera de mejorar los datos sobre causa de muerte, y crear un registro electrónico unificado con distribución de la información para los diferentes organismos, respetando los criterios éticos de confidencialidad, anonimato y fuertes normas de resguardo de la información.

Guía para periodistas de UNICEF sobre Suicidio

Es un material destinado, principalmente, a profesionales de la comunicación. Informar sobre un suicidio adolescente es una “historia difícil” por contar. Esta guía aporta una síntesis conceptual del tema, información sobre legislación argentina e internacional, recursos para el trabajo periodístico, sugerencias y un glosario. Brinda “herramientas” periodísticas concretas para contextualizar los casos de suicidio tales como: problemáticas de salud mental, no informar un suicidio como el resultado de un solo factor o hecho, y dar cuenta de que cada suicidio que se cubre periodísticamente podría haberse prevenido con llamadas a líneas telefónicas de ayuda y acceso al tratamiento oportuno.

La Guía para periodistas de UNICEF sobre suicidio fue producida por periodistas de la Red Argentina de Periodismo Científico (RAdPC), y se enmarca en la Ley Nacional de Salud Mental y directrices de la Organización Mundial de la Salud.