El actual jefe policial de Rosario analizó la situación de esa ciudad en relación a los hechos de inseguridad y los crímenes cometidos desde que comenzó el año.

"Nosotros no hacemos conjeturas de ningún tipo. Por eso no leemos que lo que está pasando en Rosario sea una respuesta a mi nombramiento como jefe de la policía. O a la designación de Marcelo Saín como Ministro de Seguridad" dijo Víctor Sarnaglia, el titular de la fuerza santafesina.

"Hoy las comisarías deben estar abiertas a los ciudadanos, atenderlos, darles respuestas".

"Desde mi punto de vista todos los hechos tienen distintas motivaciones. Pero en el fondo, lo que está en juego es la implementación de una política que pone fin al cogobierno de la policía con las organizaciones delictivas. Sabíamos que podía haber reacciones y son para no perder los territorios que se están disputando las bandas", agregó.

Falta de operatividad

Acerca del desplazamiento del subdirector del jefe de la Unidad Regional II, Sarnaglia manifestó que "no cumplió con los objetivos fijados desde su nombramiento. Fundamentalmente en cuanto a cuestiones de operatividad". Y explicó que "hoy la policía cuenta con información y medios con los cuales monitorear lo que pasa, y esas herramientas el jefe desplazado no las consultó".

Como ejemplo puso que se constató que Romano "no consultó la base de datos del OJO (Central de Información Criminal Operativa) para distribuir los servicios de calle. No ordenó los patrullajes que las zonas del mapa de calor le indicaban y que le podrían haber permitido prever situaciones".

Por otra parte, dijo que el corrimiento del comisario Marcelo Mendoza de Orden Público "fue una decisión de la Jefatura rosarina. En el marco de las nuevas facultades que les hemos otorgado a los titulares de las unidades regionales, que no son otras que designar a sus colaboradores, mantener un contacto fluído con los vecinos, con los municipios, con la prensa y con todos aquellos que requieran sus servicios".

Volver a las comisarías

"Hoy las comisarías deben estar abiertas a los ciudadanos, atenderlos, darles respuestas. Hay que volver a las seccionales, a esos puntos referenciales en cada barrio al que el vecino pueda acudir y encontrar a alguien de confianza que recibirá su denuncia y actuará en consecuencia", remarcó el jefe policial.

En ese sentido, y consultado sobre el nombramiento de dos jefes con un pasado controversial en la fuerza (ver aparte), Sarnaglia explicó que "serán analizadas todas y cada una de las designaciones porque estamos dispuestos a que se termine la corrupción dentro de la policía. Y cuando digo corrupción no sólo hablo de llevarse plata al bolsillo. También de no hacer o mirar para otro lado cuando alguien hace mal las cosas. Somos claros: el que mira para otro lado se va".

"Si entre los policías hay disconformidad con lo que estamos haciendo es porque no entienden qué queremos. En esta gestión hay tolerancia cero para la corrupción, no aceptaremos nada ni nadie que se corra de los parámetros fijados", dijo Sarnaglia.

Y replicó las palabras del ministro Saín: "La policía no tiene una sábana corta sino una servilleta. Este año se retiran cerca de 900 efectivos y entran 485. Vamos a contar con 1.500 policías menos y con esos recursos nos tendremos que manejar de la manera más efectiva posible".

Con información de Diario La Capital