Benjamín Vicuña, el actor que interpreta a Torcuato Ferreyra en Argentina, Tierra de Amor y Venganza, se refirió al final de la tira de época de El Trece, habló de su personaje y cómo influirá en la pareja de Brunia (Albert Baró y Delfina Chaves).

En diálogo con La Once Diez/Radio de la Ciudad el chileno aclaró que “no puedo contar mi última escena porque es del ultimo capitulo”. Sin embargo, no se privó de adelantar algunos detalles de lo que será el final de la ficción éxito de Pol-Ka. “El final es vertiginoso y una locura lo que sucede. Vuelve por toda la venganza, aliado de Trauman, se aman, se traicionan y se potencian. A mí me encantó la vuelta que le dieron a Torcuato, es un tremendo final”, sostuvo.

“Es un final adulto, sorprendente y jugado, va a desatar un nivel de polémica importante, a mí como actor y personalmente me gusta. A Brunia les va a cagar la vida hasta el final”, reveló en entrevista con el ciclo radial Por si las moscas. En esta línea además agregó que “mueren muchos personajes queridos por el público, los escritores se volvieron locos, y estoy seguro que va a haber críticas, pero es así”.

Por otra parte realizó un balance sobre el trabajo realizado con su personaje, sobre el arco dramático de Torcuato Ferreyra y su rol en la historia: “Fue muy intenso y exigente el personaje, los autores tuvieron una forma de ir quemando cartuchos y avanzando en la historia que sorprendió a todos. Es muy complejo mi personaje y la época lo contuvo porque era xenófobo, homofóbico, todas las fobias y todas las carencias que tiene. Y creo que nos salvó el humor, que pudimos encontrar algo de humor en la trama”.

En este sentido resaltó la característica de una novela diaria en la que los personajes pueden modificarse y evolucionar de una forma en la que otros formatos no pueden hacerlo: “Yo creo que efectivamente los personajes mutan, crecen, dialogan con el público. Por ejemplo en relación a la pareja de hermanos (Torcuato y Alicia) creo que en un principio no había mucho para trabajar, pero se fue dando a través de cosas que encontramos, se sabía que esta relación de dependencia y cariño con elementos incestuosos”.

Para cerrar analizó el éxito de ATAV y consideró: “Creo que por un lado el factor de la historia, de que el pueblo argentino revise su propia historia es bueno por un lado”. “Luego históricamente las novelas tienen un tipo de público asegurado, pero también enganchó a un público esquivo a las novelas a través de sus villanos. Volver a instalar un producto de calidad en un primetime que puede ver toda la familia”, cerró.