Se realizó una requisa en dos pabellones de una de las cárceles de mayor envergadura del sur de la provincia.

En el procedimiento se secuestraron 26 teléfonos celulares que habían sido arrojados en las cañerías de los inodoros con envoltorios para que no se arruinen, cinco tarjetas SIM o chips, entre otros objetos de tenencia prohibida dentro del penal.

Recuperar celulares representa un duro golpe para los internos

Para lograr dicho objetivo, los oficiales tuvieron que romper la infraestructura sanitaria, a fines de poder extraer el material secuestrado.

Recuperar celulares representa un duro golpe para los internos. Los teléfonos son utilizados para mantenerse al tanto de diversos negocios como: el narcotráfico, trata de personas, extorsión o secuestros virtuales y otros ilícitos mientras cumplen condena.

Es importante destacar que acciones como esta requieren alto grado de responsabilidad y profesionalismo asumido.  Por este motivo, la Subsecretaría de Asuntos Penales y Penitenciarios agradeció la valiosa participación de: el Grupo de Operaciones Especiales Penitenciarias (GOEP), el Grupo de Procedimiento de Control (Requisa), GORO, Personal de la Unidad interviniente, Gabinete Político y Plana Mayor del Servicio Penitenciario.