El tema se enmarca la acalorada discusión de la Ley Impositiva impulsada por la flamante administración porteña. Kicillof realizó un aumento de impuestos generalizado. No estuvieron exentos los puertos, quienes deberán abonar una tasa extraordinaria en sus actividades de carga, descarga y removido de mercaderías.

Luego de la intervención de sectores como la Cámara de Puertos Privados Comerciales (CPPC) y la Cámara de la Industria Aceitera y el Centro de Exportadores (CIARA-CEC), se logró que dicha sobretasa se redujera en un 50%.

La decisión del gobernador de Buenos Aires causó gran descontento en actores portuarios y productivos. De esta situación derivaría una externalidad positiva para los puertos del Gran Rosario y toda Santa Fe.

Los actores del rubro apuntaron que el impacto sobre la actividad será importante en tanto la operatoria en los puertos de Buenos Aires sea más cara respecto a otros distritos. Es por ello que se espera que los puertos provinciales obtengan prontamente mucho más cargas. Esto se traduce en más ingresos y más recursos para la actividad portuaria en Santa Fe.