Años atrás se hicieron estudios acerca de la calidad del agua sobre el cauce del arroyo, arrojando como resultado que el mismo está contaminado por sustancias químicas.
Se firmó un convenio entre el gobierno provincial y la ciudad de Reconquista que nunca se avanzó. Hubo una propuesta de empresarios para entubar desechos y arrojarlos al río, algo que nunca llegó a concretarse.
"Está todo mal, sigue como entonces porque no hay una férrea decisión política desde la provincia en realizar la obra de saneamiento", subrayó Sergio La Rosa, ex funcionario de Medio Ambiente de la municipalidad de la ciudad de Reconquista. "Pero además, fijese que somos un humedal de reserva conocido como Jaaukanigás y no hay quien cuide ese lugar de la depredación, por ejemplo, insisto, debe tomarse la decisión política de hacer algo por el medio ambiente, pero algo serio", recriminó La Rosa.