Sobre el intercambio que viene teniendo el gobierno con los periodistas, Reato dijo que “está muy mediado por Alberto Fernández, es una coalición muy amplia. Los kirchneristas comparten lugares con los peronistas más ortodoxos. Es una alianza de centro-derecha-izquierda y por ahora hay tolerancia hacia el periodismo. No hay muestras de trato descortés, al contrario, está todo bien y me parece muy saludable”. Además indicó que “en la coalición oficialista hay una tensión interna. Me parece que hay algunos que dentro del propio gobierno les están dando aire a periodistas más críticos hacia el kirchnerismo y eso se nota”.

¿Equilibrio?

Consultado sobre esta idea, Reato señaló que “es bueno, pero es preocupante. Es un equilibrio que está pero mañana puede no estar. Creo que es un gobierno que le falta una resolución, que no mostró su cara verdadera pero en algún momento va a decantar”.

“Cuando los grandes medios ven que Cristina puede volver, se refugian en Alberto”.

Desde su análisis, “Fernández aspiraba a ser un presidente federal ayudado por dos o tres gobernadores clave del interior, como Perotti y Manzur. Pero después cuando la vicepresidenta toma cartas creo que él se queda sin esos vínculos de peso y hoy está por verse. Fernández es un presidente porteño con ansias de ser federal. Pero no es un líder carismático, depende de ciertas alianzas. Cristina le ha pesado todas esas alianzas y ha dicho “no, yo controlo el Gran Buenos Aires y controlo el norte. No a través de Manzur, sino a través de Santiago del Estero y Formosa. Pero me da la impresión que Fernández aspira ser un presidente federal”, indicó Reato.

“Cuando los grandes medios ven que Cristina puede volver, se refugian en Alberto. Lo que se está viendo es cómo va a ser la renegociación –de la deuda- básicamente y para ello cual es el plan económico que tiene Fernández. No sé si lo tiene tan elaborado, creo que lo está haciendo sobre la marcha. Tampoco sé si tienen alguna carta, creo que tienen lo que se ve”, analizó el periodista.

Para Reato, no pagar la deuda tiene consecuencias duras, “no tenemos el liderazgo de antes ni caímos en una crisis como la del 2001. Hoy tenemos mucho más para perder si vamos a un default. Esperemos que el gobierno sepa que dar – al FMI, cuál va a ser la oferta”.

 

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