Las bebidas alcohólicas son sustancias psicoactivas que afectan a las personas en su sistema nervioso central, en la mayoría de los órganos del cuerpo, como así también en los vínculos sociales.

De acuerdo a la OMS, “la carga global de morbilidad y lesiones causadas por el consumo nocivo de alcohol es inaceptablemente alta, en particular en Europa y América”.

Sobre el aumento de consumo en chicos

La cantidad de menores de entre 12 y 17 años que consumen alcohol se incrementó de 42% al 60,5% en los últimos años, mientras que el porcentaje de esta población con consumo perjudicial y de riesgo se duplicó: pasó del 11,9% al 23,2%. La edad de inicio es a los 13 años y medio, según datos oficiales de la Secretaría de Políticas Integrales sobre Drogas (Sedronar).

Según la Federación Argentina de Destilados y Aperitivos (FADA), beber en exceso causa:
  • Efectos depresivos, conciencia alterada, lentitud mental y física, pérdida de parte del raciocinio y de las funciones ejecutivas en general.
  • Riesgo de intoxicaciones agudas graves y muerte.
  • Dependencia que se puede provocar a cualquier edad.
  • Alteraciones estructurales y funcionales graves en el cerebro.
  • Disminución del rendimiento académico.
  • Alteración de la formación de nuevas neuronas. Las conexiones interneuronales pueden dañarse e incluso detenerse.
  • En cerebros en desarrollo como los de los adolescentes, el nivel de muerte neuronal es mucho mayor que en otras etapas.
  • Problemas en la absorción de nutrientes afectando al crecimiento.- Vulnerabilidad frente al consumo de otras sustancias adictivas.
  • Vulnerabilidad de involucrarse en actividades sexuales riesgosas o de ser víctimas de un delito violento o sexual.
Relaciones peligrosas: los accidentes de tránsito y el consumo de alcohol

Entre las recomendaciones difundidas por el Hospital Escuela de Agudos Dr. Ramón Madariaga, de Misiones, aseguran que: "sin haber tomado alcohol, una persona demora 4 segundos en frenar. Con más de 0,5 gramos de alcohol en sangre el tiempo de frenado pasa a ser de 8 segundos o más":

En pequeñas cantidades, el consumo de alcohol puede producir alteraciones que afectan la capacidad de respuesta de los reflejos y la percepción del tiempo-espacio, lo cual aumenta la posibilidad de lesiones y accidentes.

“Yo estoy de acuerdo con que la gente pueda beber en forma responsable, pero no tienen que tomar ni un gramo el que conduce”, manifiesta el Carlos Damin (M.N. 81870), jefe de Toxicología del Hospital Fernández.