La ciudad de Santa Fe se encontró a primeras horas de la mañana con una situación tan inesperada como conflictiva, al difundirse la noticia del cierre abrupto de una tradicional clínica especializada del microcentro.

Se trata del Instituto Privado de Cardiología "Sagrada Familia", ubicado en calle Rivadavia 3129.

Por órdenes de su director, personal policial impide el ingreso del Ministerio de Trabajo para que constate la situación.

"Hasta la guardia de las 6 de la mañana dejaron que entrar a los compañeros, y a las 10 decidieron que cerrarán y no dejan entrar ni salir a nadie", explicó María Angélica López, secretaria adjunta de la Asociación de Trabajadores de la Sanidad Argentina de Santa Fe (ATSA).

"Hasta ayer, tanto el dueño como la administradora aducían que tenían un problema financiero pero que era una falsedad que iban a cerrar", indicó López.

En tanto, personal policial que cumple órdenes del director de la clínica le impide el paso a inspectores del Ministerio de Trabajo que quieren ingresar para hacer una constatación de lo que está ocurriendo en las instalaciones.