La postergación de la maternidad, la obesidad, el sedentarismo, los cambios en la alimentación y algunos hábitos cotidianos serían las principales causas del incremento leve, pero sostenido, del cáncer de mama en mujeres jóvenes, menores de 45 años, que se comprueba en todo el mundo.

en los últimos 20 años se ha detectado un aumento progresivo de la incidencia de esta enfermedad en toda América Latina.

El cáncer de mama es la principal causa de muerte por cáncer en mujeres de países desarrollados y en vías de desarrollo (corresponde al 21% de las muertes por tumores malignos). En Argentina, el cáncer de mama es el tumor más frecuente en la mujer. Se diagnostican más de 19.000 casos por año y mueren alrededor de 6.000 personas como consecuencia de esta enfermedad que, tratada en sus estadios iniciales, tiene posibilidades de curación en el 90% de los casos.

"El cáncer de mama es una patología que se diagnostica mayormente a partir de los 50 años, presentándose con dos picos de mayor incidencia: uno a esta edad y otro alrededor de los 71 años. Pero, desde hace tiempo, colegas y pacientes sostienen que "cada vez se diagnostican más casos de cáncer de mama en mujeres jóvenes", señala la doctora Verónica Sanchotena, miembro de la Sociedad Argentina de Mastología.

Es cierto que gracias a las campañas de concientización ha mejorado la adherencia de las mujeres a realizarse los estudios (mamografía y/o ecografía) anualmente y en equipos más modernos y con mejorías técnicas, lo que facilita la detección de forma temprana de tumores muy pequeños. Sin embargo, también es verdad que en los últimos 20 años se ha detectado un aumento progresivo de la incidencia de esta enfermedad en toda América Latina.

Según las conclusiones de un estudio sobre cáncer de mama en Argentina (PROYCAM 2012), cerca del 25% de los casos de cáncer de mama se presentan por debajo de los 50 años", afirma Sanchotena.

Múltiples causas

"Si bien los antecedentes familiares de cáncer de mama u ovarios suelen ser factores de riesgo muy importantes, el llamado cáncer de mama genético o hereditario, no es el más frecuente ya que representa sólo el 15% de todos los cánceres de mama diagnosticados, mientras que el 85% restante de los casos son lo que se denomina cáncer esporádico", destaca el Dr. Luciano Cassab, de la Sociedad Argentina de Mastología.

"El nivel de estrés, los factores ambientales y dietarios -en especial la calidad de la alimentación: la utilización de conservantes, estabilizantes, edulcorantes, el alto contenido de grasas y azúcares en algunos regímenes-, el consumo de alcohol y otras sustancias nocivas generan un impacto a nivel genético, cerrando el círculo de sucesos involucrados en la carcinogénesis", explica Sanchotena.

"No se ha podido identificar a los factores hormonales como predisponentes importantes del cáncer de mama en mujeres jóvenes", advierte la Dra. María Eugenia Azar, también miembro de la Sociedad Argentina de Mastología.

"Antiguamente se señalaba como uno de los factores de riesgo para cáncer de mama a la nuliparidad en contraposición a la multiparidad. Pero se sabe que el riesgo aumenta después de los 30 años sin haber concebido. En la actualidad, el cambio social debido a necesidades laborales, estudios, mayores oportunidades para la mujer, obligó a postergar el deseo de maternidad temprana y el consiguiente aumento del riesgo", afirma Cassab. Cabe aclarar que la nuliparidad es cuando una mujer no ha tenido hijos y multiparidad cuando ha tenido varios partos.

Existen también muchos compuestos químicos presentes en cosméticos, plásticos, insecticidas, detergentes, pesticidas, resinas, envases y otros productos de uso cotidiano que contaminan el medioambiente y que, incorporados al organismo, afectan su equilibrio hormonal.

Detección temprana y prevención

Cabe recordar que cuanto antes se detecte la enfermedad, mayores son las posibilidades de curación."Ser mujer, cumplir años y tener antecedentes familiares de la enfermedad son factores de riesgo que no podemos evitar, por eso se los llama no modificables, pero llevar una vida sana, realizar actividad física regularmente, mantener una alimentación pobre en grasas, incorporar frutas y verduras a la dieta, disminuir el consumo de alcohol, abandonar el tabaco y evitar el sobrepeso, son pequeños cambios que podemos hacer a fin de disminuir el riesgo de cáncer de mama", recomienda la Dra. Azar.

Es muy importante también la realización del autoexamen, una herramienta útil que permite un mejor conocimiento de las mamas, lo que contribuye al diagnóstico, ya que un gran porcentaje de los casos llegan a la consulta por la palpación de un bulto.

En mujeres asintomáticas y sin antecedentes familiares, la Sociedad Argentina de Mastología, recomienda efectuar una mamografía de base a los 35 años.